Abusos infantiles en diócesis de Estados Unidos
La Diócesis Católica Romana de Oakland, en California, presentó el 8 de mayo una solicitud de protección por bancarrota ante la aparición de cientos de denuncias recientes de abuso sexual a menores, transformándose en la segunda diócesis de dicho estado en tomar tal medida.
La diócesis, ubicada en la región de la Bahía de San Francisco, afronta más de 330 demandas amparadas por una legislación californiana que autoriza reclamaciones que, de lo contrario, habrían caducado, tal como lo expone el obispo Michael Barber en una misiva publicada en el sitio web diocesano.
La mayoría de las denuncias datan de la década de 1980 y antes, y fueron cometidas por sacerdotes que ya no están activos en el ministerio o que han fallecido, según Barber. El obispo afirmó que la reorganización bajo el Capítulo 11 de la ley de bancarrotas garantizaría «un resultado justo y equitativo para los sobrevivientes» y permitiría que la iglesia continúe su labor.
SNAP, una red de supervivientes de abusos sexuales por parte del clero, criticó la declaración de bancarrota, calificándola de estratagema para mantener oculta la información. En un comunicado, la organización afirmó que la diócesis de Oakland podría vender propiedades para compensar a las víctimas.
«La Diócesis de Oakland está moralmente en bancarrota, pero no merecen ser declarados financieramente en bancarrota», dijo SNAP.
En marzo, la Diócesis de Santa Rosa se convirtió en la primera de California en solicitar la protección del Capítulo 11, alegando que no podía pagar posibles reclamaciones que superaban las 200.
La Diócesis de Oakland atiende a aproximadamente 550,000 católicos en la región de East Bay.
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