Dice San Juan evangelista que aquél que permanece en Dios, Dios permanece en él. Se deduce de esta frase que el que así vive tiene el Espíritu Santo con él. Aquellos que así viven el Espíritu Santo dará en ellos 12 frutos.
Estos dones son perfecciones que podemos recibir en nuestro camino hacía el cielo. El catecismo de la Iglesia católica así lo explica: Los frutos del Espíritu Santo son perfecciones que forma en nostros el Espíritu Santo como primicias de la gloria eterna. Para poder comprender mejor estas realidades te dejamos este vídeo. ¡No te lo pierdas!
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