• 19/09/2024

Domingo de la Divina Misericordia: 1 oportunidad de perdón e indulgencia plenaria

Divina Misericordia

La gran oportunidad de la Divina Misericordia

La indulgencia plenaria es una oportunidad de gracia que se ofrece a los fieles durante la celebración del Domingo de la Divina Misericordia. Para alcanzar este don, es necesario cumplir con ciertos requisitos establecidos por la Iglesia Católica.

El Domingo de la Divina Misericordia se celebra el segundo domingo después de la Pascua. Durante este día, los fieles tienen la posibilidad de obtener una indulgencia plenaria tanto para ellos mismos como para aquellos que han fallecido. Esta fiesta se instituyó oficialmente en el año 2002, cuando el Papa San Juan Pablo II publicó el «decreto sobre las indulgencias recibidas en la Fiesta de la Divina Misericordia».

Para alcanzar la indulgencia plenaria, el fiel debe participar en actos de piedad en honor a la Divina Misericordia, como la recitación del Rosario de la Misericordia, la veneración de la imagen de la Divina Misericordia, la lectura y meditación de las Escrituras, entre otros. Además, se requiere la confesión sacramental, la comunión eucarística y la oración por las intenciones del Papa.

Divina Misericordia

Cristo, en sus manifestaciones a Santa Faustina Kowalska, prometió diversas gracias a aquellos que se encomendaran a su misericordia, bajo la devoción del Señor de la Divina Misericordia. Durante una de sus apariciones a Santa Faustina Kowalska, el Señor de la Divina Misericordia expresó su deseo de que la Fiesta de la Misericordia fuera un refugio y amparo para todas las almas, especialmente para los pobres pecadores. Él aseguró que cualquier alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de sus culpas y penas, y añadió que ninguna alma debería temer acercarse a Él, aunque sus pecados fueran como escarlata.

La indulgencia plenaria no se limita solo a aquellos que asisten a la misa, sino que también puede ser obtenida por los enfermos y los navegantes en alta mar. Es importante recordar que la indulgencia plenaria no es un simple perdón de los pecados, sino una liberación completa de todas las penas temporales debidas al pecado.

Divina Misericordia

En resumen, para obtener la indulgencia plenaria en el Domingo de la Divina Misericordia, es necesario cumplir con los requisitos establecidos por la Iglesia Católica: participar en actos de piedad en honor a la Divina Misericordia, confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa. Además, es importante tener en cuenta las promesas de Cristo en sus manifestaciones a Santa Faustina Kowalska, donde aseguró su misericordia a aquellos que se encomendaran a Él bajo la devoción del Señor de la Divina Misericordia.

Oración a la Divina Misericordia

Oh Divina Misericordia, que habitas en los corazones de aquellos que confían en Ti, escucha nuestra oración y ten piedad de nosotros. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venimos a ti con humildad y confianza, para pedirte que nos concedas la gracia de alcanzar la indulgencia plenaria en este Domingo de la Misericordia.

Danos el pan de cada día, haznos dignos de participar en actos de piedad en honor a Tu Divina Misericordia y concédenos la confesión sacramental, la comunión eucarística y la oración por las intenciones del Papa, para que así podamos obtener el perdón total de nuestras culpas y penas.

Perdona nuestras ofensas, líbranos de todo mal y haz que en nuestro corazón florezca el amor hacia nuestros hermanos, especialmente hacia aquellos que más lo necesitan. Que tu misericordia nos guíe en cada paso que demos y que la luz de Tu amor ilumine nuestras vidas para siempre. Amén.

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