El Ejército de EE.UU. prohíbe oficialmente el ingreso de personas trans y detiene los procedimientos de transición
Nueva política en las Fuerzas Armadas
El Ejército de los Estados Unidos ha anunciado la implementación de una política que prohíbe el ingreso de personas con disforia de género y detiene cualquier procedimiento relacionado con la transición de género para los miembros en servicio. Esta medida sigue la orden ejecutiva del presidente Donald Trump, emitida el primer día de su nuevo mandato, revirtiendo la política de la administración anterior.
A través de una publicación en X (antes Twitter) el 14 de febrero, el Ejército declaró:
«El Ejército de EE.UU. ya no permitirá el ingreso de individuos transgénero y detendrá la realización o facilitación de procedimientos asociados con la transición de género para los miembros en servicio.»
Un segundo mensaje reforzó la postura, señalando que la pausa en las nuevas incorporaciones de personas con disforia de género es inmediata y que cualquier procedimiento médico planificado, programado o pendiente relacionado con la afirmación de género queda suspendido.
La postura del Pentágono y la administración Trump
La nueva normativa fue reflejada en un memorando emitido por el Secretario de Defensa, quien afirmó que la política busca garantizar la preparación y efectividad del ejército. Según el documento, la identidad de género no alineada con el sexo biológico es incompatible con los altos estándares de salud mental y física que exige el servicio militar.
El presidente Trump, en su discurso de investidura, reiteró que su administración reconocería únicamente dos sexos: masculino y femenino. Además, firmó una orden ejecutiva que derogó la norma impuesta durante la administración Biden, la cual permitía el ingreso de personas transgénero a las Fuerzas Armadas sin restricciones.
En sus declaraciones, Trump enfatizó que el objetivo del ejército es garantizar la seguridad nacional y que no puede permitirse distracciones derivadas de agendas políticas. También destacó que muchas condiciones médicas y psicológicas, incluidas aquellas relacionadas con la identidad de género, son incompatibles con el servicio activo, ya que requieren tratamientos constantes y pueden afectar la cohesión y eficacia de las unidades militares.
Impacto y reacciones
Según activistas pro-LGBT, aproximadamente 15,000 miembros en servicio se identifican como transgénero. No obstante, fuentes oficiales indican que la cifra real es considerablemente menor.
La decisión ha sido respaldada por sectores que argumentan que el enfoque debe centrarse en la preparación militar sin interferencias ideológicas. Sin embargo, los grupos de derechos trans han criticado la medida, considerándola discriminatoria y perjudicial para quienes ya sirven en el ejército.
En un mitin en Carolina del Norte durante su campaña, Trump expresó de manera contundente:
«Si quieres hacerte un ‘cambio de sexo’ o asistir a un seminario de justicia social, puedes hacerlo en otro lugar, pero no en el Ejército, la Marina, la Guardia Costera, la Fuerza Aérea, la Fuerza Espacial o los Marines de los Estados Unidos. Lo siento.»
La nueva política marca un giro significativo en las Fuerzas Armadas y sienta un precedente en la manera en que el gobierno federal aborda el tema de la identidad de género en el ámbito militar.
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