El mayor sufrimiento que padeció Jesús en la pasión fué en la Santa Cruz, fue revelado a un santo del siglo XII. La crucifixión de jesús es la parte más importante de nuestra fe, y lo es porque somos llamados a también nosotros llevar la cruz de nuestro redentor. Porque llevandola recibimos infinitas bendiciones para la vida eterna. Las heridas de Jesús en su pasión han despertado en los santos inumerables prácticas de devoción, que nos ayudan a acercarnos a este gran misterio.
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