El método para ser feliz:
Si quieres ser cada día más feliz analiza lo que hiciste mientras estabas despierto y cambia lo que tengas que cambiar.
Si desde que te levantas hasta que te acuestas por la noche estas constantemente pensando en hacer el bien ten por seguro que cada día serás un poco más feliz.
Descentralizate:
No te creas el centro, no busques ser el centro, no estés pensando en ti como quien no ve a nadie más, que no te gobierne lo que te dice la sociedad o el gobierno que tienes que ser, o creer.
Descentralizate ya que pensar en ti todo el tiempo te convierte en el centro de todas las cosas. No te aísles de los demás ya que si lo haces dejas de formar parte del todo.
Querer que el mundo cambie, no nos gusta esto o aquello, pero el mundo cambia con nuestra aportación, sin nuestra colaboración y sin nuestra acción el mundo no puede cambiar. Si tu no cambias el mundo haciendo el bien otros lo cambiarán por ti quizás haciendo el mal.
Si nosotros somos miembros activos de nuestra comunidad, o de nuestra familia, el mundo cambia porque todos hacemos lo mismo, ser partes integrantes de un mismo actuar, de un mismo corazón, de un buscar juntos el bien.
Si dejas de pensar en ti mismo y tus cosas al instante entras en la luz, y si por el contrario piensas constantemente en ti mismo, tu propio bien y satisfacer todos tus deseos, actuando así estas excluyendo sin darte cuenta al que tienes a tu lado.
Los obstáculos:
No te faltarán obstáculos en el camino hacia la luz, mientras has estado ocupándote únicamente de ti mismo una serie de mecanismos internos en tu mente se han ido instalando.
Tu razonamiento ya no razona con total libertad aunque tu crees que si. Fíjate que cuando ves una persona necesitada tu razón te impide hacer una caridad poniéndote un montón de excusas a las que tu consientes rápidamente. Una de las primeras cosas que pensarás al ver un necesitado será: No tengo tiempo, piden para beber, que busque trabajo y así un sin finde excusas. Cuando lo único necesario es que no pienses tanto y le des al necesitado lo que precisa, que a veces puede ser tan sencillo como un buenos días o una pequeña charla de 3 minutos.
Un mismo corazón es posible cuando todos piensan en el bien del otro. Si tu te levantas cada día pensando que bien vas a hacer el día de hoy. Tu vecino hará lo mismo quizás si tu eres ejemplo para él. Y si los dos os hacéis el bien el mundo, la sociedad cambia.
Un nuevo camino se abre y entonces todos caminamos hacia la luz, todos juntos luchando por un mismo proyecto, todos pensando en que bien voy a hacer hoy.
Con este pensamiento el mundo cambia cada día y todos caminamos hacia la luz.
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El auto de este artículo es Marc del Canal de Youtube del Sagrado Corazón de Jesús que puedes ver aquí.
