El obispo Strickland defiende la Misa Tradicional y critica la «secularización» de la JMJ
El obispo Joseph Strickland, de la diócesis de Tyler, ha expresado un firme apoyo a la Misa Tradicional a través de sus redes sociales.
Ni siquiera la ‘Visita Apostólica’ del Vaticano a su diócesis ha intimidado al valiente obispo de Tyler. Desde el pasado mes de julio, delegados del Vaticano se han estado reuniendo con diversas personas de la diócesis para elaborar un informe que será entregado al Papa sobre la situación de la misma.
El prelado ha declarado recientemente que la visita «no ha sido divertida» y niega rotundamente que exista cualquier irregularidad dentro de la diócesis. Estamos hablando de un obispo con sólida doctrina, que cuenta con un seminario con numerosas vocaciones y que no duda en denunciar las doctrinas confusas o irregularidades propagadas por algunos eclesiásticos.
Todo esto ha llevado a Joseph Strickland a ganarse poderosos enemigos, y podría acabar costándole su cargo como obispo a corto o medio plazo, aunque aún le quedan varios años antes de tener que presentar su renuncia forzada.
A pesar de las dificultades, lejos de callarse y esconderse, el obispo de Tyler sigue siendo fiel a su estilo. Ayer mismo volvió a manifestar su apoyo a la Misa Tradicional a través de su cuenta de Twitter, lanzando un mensaje que sonó como una clara crítica al Romano Pontífice. «Cristo es la vid. La Misa tradicional en latín tiene sus raíces en la vid, robusta con la verdad y da mucho fruto.
Cualquier intento de separar la Misa Tradicional de la Iglesia es un ataque al vínculo ininterrumpido con la tradición recibida de los apóstoles, y un ataque al Depósito de la Fe», escribió el obispo.
Con este mensaje, Strickland se posiciona claramente en contra del motu proprio de Francisco, Traditionis Custodes, que limita la Misa Tradicional dentro de la Iglesia Católica.
Tras ese tuit, el obispo Joseph Strickland escribió otro mensaje en el que seguramente se convirtió en el primer obispo en criticar abiertamente la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa. «Qué tragedia que la Jornada Mundial de la Juventud haya caído presa de la tendencia actual de secularizar la Iglesia Católica y quitar énfasis a Jesucristo. Con razón tendrá la asistencia más baja desde que Juan Pablo II inició la JMJ en 1986. FUE un hermoso momento de evangelización», escribió Strickland.
Con estas declaraciones, el obispo Strickland deja en claro su posición y defensa de la Misa Tradicional y su preocupación por el rumbo que está tomando la Jornada Mundial de la Juventud, mostrando su compromiso con la tradición y la doctrina católica.
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