• 08/02/2025

“El Pintor de tu alma” – Blog del Sagrado Corazón de Jesús

“El Pintor de tu alma” – Blog del Sagrado Corazón de Jesús:

 

«No hay nadie que quiera más a los pecadores que Jesucristo y yo»
Eso decía San Francisco de Sales cuando le recriminaban que dedicara tanto tiempo en las confesiones 1
San Francisco de Sales fue el sacerdote con el que a todos nos gustaría confesarnos, siempre dado a la escucha con atención y bondad.
Y si San Francisco de Sales era imitador de Nuestro Señor Jesucristo en su bondad, en su paciencia y en su dulzura, imagínense tales virtudes venidas del Corazón de Jesús.
¿Cuántas veces nos hemos puesto a contarle a nuestra (o) mejor amiga (o), nuestras penas, aciertos y hasta nuestros errores y cosas muy fuertes?, y al finalizar la plática con ese amigo te sientes… a lo mucho desahogado, y solo por poco tiempo.
No es en definitiva el mismo efecto que tienes en una confesión, y por mucho los efectos de ésta son realmente fructíferos, no solo para tu salud mental, incluyendo la de tu corazón, cuerpo y alma, y la de tu salvación que es lo mejor. Por todas estas gracias también la conocemos como uno de los “Sacramentos de curación”.
Dice San Francisco que «nadie ama más a los pecadores que Jesucristo, y él»; siendo él en este caso solo el pincel con que el Pintor realiza su obra, enfoquémonos en el Pintor, que es Jesús, y es en Él en quien debes pensar cuando vayas al Sacramento de la Confesión, no, no lo hagas pensando en los pinceles pues son únicamente los instrumentos, pon tu mente y tu corazón en el Pintor y que tú alma es ese lienzo donde el Señor comenzará a pintar, pero para lograr esto necesita que Él mismo la deje blanca, puesto que los colores pintados así son tan brillantes y tienen un resplandor muy diferente que al pintarse sobre uno gris y sucio.
Algo así sucede con la confesión, la veo como un acto de amor, puesto que solo quién ama intensamente perdona y no vuelve a recordar las ofensas que le hicieron, nadie tiene amor más perfecto que Jesús, y nadie tiene perdón más perfecto que Jesús, su amor por ti no cesa; y haz de recordarlo siempre.
Duélete de tu pecado, si, llévale tu corazón contrito, pero acude con la confianza de que vas a confesarte ante el Soberano Amor, y que es Él quién te escucha es Él quién te perdona.
No vayas con miedo y jamás pienses que no te van a dar la absolución, o lo que vaya a pensar el sacerdote, o como le vas a decir tu pecado, o por qué con el sacerdote si es “así o asa”, pues si a tus amigos se los cuentas, y sin buen fruto que obtengas, por más grande que sea tu pecado, por más apenado que te sientas, piensa en el pintor que te espera, amor, paciencia, dulzura y bondad Suprema, que ya desde antiguo Él mismo lo confiesa:

«Aunque fuesen tus pecados rojos como la grana, como nieve blanquearán; y así rojeasen como el carmesí, como lana quedarán» Is, 1, 18.

1. Cfr. San Francisco de Sales a través del Cristal, pág. 35.

Escrito para el Blog del Sagrado Corazón de Jesús.
Un artículo de Leticia Martinez. Guardia de Honor del Sagrado Corazón en SLP. Mexico.

 

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