• 04/02/2025

10 ejemplos del poder de la santa Cruz

10 ejemplos del poder de la santa Cruz no te los puedes perder.

 

Oración al poder de la Santa Cruz

Oh Señor, te bendigo, en la Santa Cruz de la adversidad de mi vida y en la angustia de mi corazón como también en mis alegrías.
A los pies de la cruz poderosa yo estaré, y pongo todas mis intenciones, contemplando la grandeza de Tu amor.
Señor tu santa cruz me ha salvado, con ella me has dado vida, me defiendes contra los enemigos, en ella está la fortaleza de mi alma, encuentro en ella el gozo de mi espíritu, en la cruz está la perfección de la santidad.
Haz que con tu gracia Señor, yo lleve la mía con la fuerza de tu grandísimo amor
Postrándome a Tus pies te adoraré, recibiendo esta gracia en mi corazón.
Yo sé, que en Tu sangre está el poder, con que lavas mi pobre alma y derramándola sobre mí me has purificado, me has perdonado.
Señor si te acompaño en la pena también seré tu compañero en la gloria
Oh Jesús no hay nombre sobre Tu nombre, no hay ningún otro como Tu Señor.
Mi Padre, mi hermano, mi amigo que diste la vida por mí, en mi puesto. Me diste también la alegría de sabré que a través de la cruz está la resurrección, y un día con la bendición que me has dejado estaremos juntos en la eternidad.
Amén

 

El poder de la Santa Cruz que todo católico debe conocer:

«El poder de la santa Cruz contra Satanás y sus legiones es tal, que la podemos considerar un escudo invencible que nos hace invulnerables a sus flechas. La historia nos enseña que, más de una vez, los misterios paganos perdieron su fuerza a causa de la señal de la Cruz hecha por un cristiano, oculto entre la multitud». Dom Próspero Guéranguer OSB

La señal de la Santa Cruz es la señal del cristiano, con este signo venceremos. Con el signo de la cruz en nuestra vida venceremos al pecado y a la muerte, venceremos las insidias del demonio, venceremos a los ataques del mundo, que nos pretende seducir con su forma de vida y sus pensamientos; venceremos a las insinuaciones de la carne, que nos pretende destrozar desde nuestro mismo interior.
San Atanasio nos dice: «La señal de la Cruz tiene la virtud de confundir todos los grandes secretos de la magia, y de reducir a la nada sus funestos hechizos. Quien quiera ¡experiméntelo! Emplee, contra los prodigios de los demonios, de la magia, de la impostura de los oráculos, la señal de la Cruz; invoque el santo Nombre de Cristo, y verá por sí mismo el terror con el que huyen los demonios a la vista de aquella señal y de aquel Nombre, cómo se callan sus oráculos y pierden su valor la magia y sus filtros».

Y más recientemente el Papa Francisco nos ha explicado que nosotros no exaltamos una cruz cualquiera, o todas las cruces. Exaltamos la Cruz de Jesús, porque en ella se ha revelado al máximo el amor de Dios por la humanidad. A causa de la gravedad del mal que nos esclavizaba. La Cruz de Jesús expresa ambas cosas: toda la fuerza negativa del mal, y toda la mansa omnipotencia de la misericordia de Dios. Por medio de la Cruz de Cristo ha sido vencido el maligno, ha sido derrotada la muerte, se nos ha dado la vida, devuelto la esperanza… es signo de nuestra salvación, y camino hacia la Resurrección… ¡La Cruz de Jesús es nuestra única y verdadera esperanza! He aquí porqué la Iglesia ‘exalta’ la Santa Cruz, y he aquí por qué nosotros, los cristianos, bendecimos con el signo de la cruz.

Muchos conocen el milagro que realizó Dios, por medio de Santo Domingo de Guzmán, que con la señal de cruz resucitó a un niño muerto, e hizo otros varios milagros. Iba un día con otro compañero camino de París, sorprendidos por una gran tempestad y no teniendo sitio donde poder albergarse, con la señal de la cruz alejaba la lluvia de sí y de su compañero, de manera, que cayendo con gran violencia a los lados de uno y otro, a ellos no les tocaba (A Touron. Vida de Santo Domingo de Guzmán)

La Santa Cruz nos ayuda a ahuyentar a los demonios
San Antonio abad venció en el desierto las terribles tentaciones del demonio con la señal de la cruz. Creedme, les decía a sus discípulos: «Basta hacer la señal de la cruz, para que el demonio huya avergonzado». Y Santa Teresa de Jesús, a quien muchas veces se le apareció el demonio visiblemente, le vio un día en forma espantosa, arrojando una gran llama por la boca, y clavando en ella fieramente los ojos, le decía que, si hasta entonces había huído de sus garras, él sabría vengarse en adelante. Hizo la santa la señal de la Cruz y el demonio desapareció. Y San Antonio María Claret dice: «Hacer mal la señal de la cruz, es apuntar al demonio con fusil, pero si bala ni cañón; en lugar de ahuyentarlo, le hace reir». (Nuevo Catecismo Español en ejemplos del P. Ramón J. de Muñana, SI)

Por todo lo dicho es muy conveniente que hagamos a menudo la señal de la Santa Cruz. San Luis, rey de Francia, se santiguaba con mucha devoción, al comenzar alguna obra, y decía frecuentemente: «Así me lo enseñó mi madre». Y San José de Calasanz, cuando de joven asistía a las clases, antes de dar sus lecciones, hacía siempre la señal de la Cruz. Al principio se burlaban algunos de sus condiscípulos, pero él no se acobardaba, con lo que callaron los atrevidos y algunos siguieron su ejemplo. Una joven muy cristiana se encontró un día en un banquete de gala y, según su costumbre, hizo la señal de la Cruz antes de empezar a comer. Se sonrió un oficial que estaba enfrente y dijo: «No sentís vergüenza de que os vean hacer la señal de la cruz?» La joven contestó: «Ninguna, ¿Os avergonzais vos de vuestras condecoraciones?» El oficial contestó: «Al contrario, me glorío de ellas». «Pues también para mí, -contestó la joven- es la señal de la Cruz signo de honor y de gloria, pues en la Cruz fuimos redimidos del pecado».

Conviene que hagamos a menudo la señal de la Cruz, la podemos hacer, por ejemplo, al salir o entrar en casa, al salir y entrar en una Iglesia, antes de empezar a trabajar o estudiar, ante un peligro, ante un problema, en el momento de la tentación, también la hacemos cuando empezamos a rezar y cuando acabamos, y en otros muchos casos que consideremos de importancia en nuestra vida, es bueno hacerla.

No tenemos que olvidar que el poder de la Santa Cruz, como nos recordaba el Santo Padre, radica en que en ella murió Jesucristo para redimir a los hombres. Fijaos que San Francisco de Sales hacía la señal de la Cruz con gran sentimiento y devoción; porque decía: «Cuando formemos la señal de la cruz, conviene que nuestro espíritu se represente abrazado con Jesucristo crucificado, como un escudo contra todo enemigo». Y a Santa Margarita María de Alacoque le mostró el Señor una gran Cruz, cuya extremidad no podía ver porque estaba toda cubierta de flores, y le dijo: «He aquí el lecho de mis castas esposas, donde te haré gustar las delicias de mi amor; pero irán cayendo esas flores y sólo te quedarán las espinas, ahora ocultas a causa de tu flaqueza, las cuales te harán sentir tan vivamente sus punzadas, que tendrás necesidad de toda la fuerza de mi amor para soportar el sufrimiento». Y tan grabada quedó esta idea en el corazón de la santa que solía cantar: «Sólo la cruz es mi gloria: Allí el amor me llevó; allí el amor me posee; allí me basta el amor».

Muchas gracias por tu atención y por haber visto este vídeo hasta el final, solo me queda pedirte que ores por el sueño de Tekton, el Hogar de San José. Estamos intentando abrir este hogar, que pretende ser un hogar de misericordia, para ayudar a las personas necesitadas, un hogar para acoger a los pobres y darle los medios para encontrar un trabajo, una estabilidad. Pero además que el paso por este hogar signifique un encuentro con Cristo, un acercamiento a la vida de la gracia de Dios. Por todo ello, te pedimos oraciones para que este hogar sea una realidad, y te pedimos que entres en nuestra web web.tekton.info, y te informes de este hogar y si puedes ayudarnos, no solo con tus oraciones, qué es lo más importante, sino también con tu donativo. Muchas gracias y que Dios te bendiga.

Necesitamos de tu ayuda para seguir con Tekton. ¡Ayúdanos! Gracias y que Dios te bendiga.