Comentario del evangelio del día: (Jn 2,13-22)
Jesús enseña que a Dios podemos encontrarlo en cualquier lugar, porque todo lo llena con su presencia. Sin embargo, no despreciaba el templo como lugar de oración. Al contrario, se preocupó por recuperar su sentido espiritual, y lo hizo con tanta pasión, que los discípulos recordaron esta frase de la Biblia: “Me consumirá el celo por tu casa”. Al mismo tiempo, nos habla de un templo de un nivel superior, de un lugar donde siempre es posible encontrarse con Dios: su propio cuerpo. Es decir, el mismo Jesús resucitado es el lugar donde habita la gloria de Dios, donde podemos encontrarnos con la presencia del Padre y su amor infinito. Podemos estar en un templo, pero lo más importante es que allí entremos en Jesús resucitado y así nos dejemos amar por el Padre.