Cita del evangelio del día: Lc 17,7-10
En aquel tiempo, el Señor dijo: «¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: ‘Pasa al momento y ponte a la mesa?’. ¿No le dirá más bien: ‘Prepárame algo para cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú?’. ¿Acaso tiene que agradecer al siervo porque hizo lo que le fue mandado? De igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os fue mandado, decid: ‘Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer’».
Comentario del evangelio del día por San Patricio:
Yo que en un principio era un rústico, desterrado e indocto, que no sé prever para el futuro, pero sé muy cierto que, antes de ser humillado yo era como una piedra que yace en profundo lodo; y vino quien es poderoso y en su misericordia me tomó y verdaderamente me levantó y me puso en lo alto de un muro. Y por eso debía exclamar fuertemente, para retribuir algo al Señor por tantos beneficios, ahora y para siempre, que la mente de los hombres no puede estimar.
Por tanto admirad, grandes y pequeños que teméis al Señor , y vosotros, oradores ingeniosos, oíd por tanto y examinad. ¿Quién me eligió a mí, un necio, de entre aquellos que parecen ser sabios y expertos en leyes, poderosos en la palabra y en todo asunto? ¿Y quién me inspiró a mí más que a otros –yo que soy detestable en este mundo– para que, con miedo y reverencia, sin quejas, sea útil al pueblo al cual la caridad de Cristo me llevó? Y a él me entregó en mi propia vida, si yo soy digno, para servirlos en la humildad y la verdad.
Así, en la medida de mi fe en la Trinidad, me conviene distinguir y… dar a conocer el don de Dios y su “consolación eterna”. Sin temor y con confianza difundir en todas partes el nombre de Dios, con en fin de que después de mi muerte, deje una herencia a mis hermanos y a mis hijos, a tantos miles de hombres a quienes yo bauticé en el Señor.