Cita del evangelio del día: Mt 11,28-30
En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera».
Comentario del evangelio del día por San Gregorio Magno:
Es ciertamente un yugo áspero y una dura sumisión el estar sometido a las cosas temporales, el ambicionar las terrenales, el retener las que mueren, el querer estar siempre en lo que es inestable, el apetecer lo que es pasajero y el no querer pasar con lo que pasa. Porque mientras desaparecen, a pesar de nuestros deseos, todas estas cosas que por la ansiedad de poseerlas afligían nuestra alma, nos atormentan después por miedo de perderlas (Moralia, 30).
¿Qué carga pesada impone a nuestras almas el que nos manda evitar todo deseo que nos pueda perturbar? ¿Qué cosa más ligera que el abstenerse de la maldad, querer el bien, no querer el mal, amar a todos, no aborrecer a nadie, alcanzar lo eterno, no engolfarse en lo presente y el no hacer a otro lo que no quisiéramos que nos hicieran a nosotros? (Moralia, 4, 39).