• 08/02/2025

Evangelio del día 16 de Noviembre 2022

Evangelio del día

Cita del evangelio del día: Lc 19,11-28

En aquel tiempo, Jesús estaba cerca de Jerusalén y añadió una parábola, pues los que le acompañaban creían que el Reino de Dios aparecería de un momento a otro. Dijo pues: «Un hombre noble marchó a un país lejano, para recibir la investidura real y volverse. Habiendo llamado a diez siervos suyos, les dio diez minas y les dijo: ‘Negociad hasta que vuelva’. Pero sus ciudadanos le odiaban y enviaron detrás de él una embajada que dijese: ‘No queremos que ése reine sobre nosotros’.

»Y sucedió que, cuando regresó, después de recibir la investidura real, mandó llamar a aquellos siervos suyos, a los que había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. Se presentó el primero y dijo: ‘Señor, tu mina ha producido diez minas’. Le respondió: ‘¡Muy bien, siervo bueno!; ya que has sido fiel en lo mínimo, toma el gobierno de diez ciudades’. Vino el segundo y dijo: ‘Tu mina, Señor, ha producido cinco minas’. Dijo a éste: ‘Ponte tú también al mando de cinco ciudades’. Vino el otro y dijo: ‘Señor, aquí tienes tu mina, que he tenido guardada en un lienzo; pues tenía miedo de ti, que eres un hombre severo; que tomas lo que no pusiste, y cosechas lo que no sembraste’. Dícele: ‘Por tu propia boca te juzgo, siervo malo; sabías que yo soy un hombre severo, que tomo lo que no puse y cosecho lo que no sembré; pues, ¿por qué no colocaste mi dinero en el banco? Y así, al volver yo, lo habría cobrado con los intereses’.

»Y dijo a los presentes: ‘Quitadle la mina y dádsela al que tiene las diez minas’. Dijéronle: ‘Señor, tiene ya diez minas’. ‘Os digo que a todo el que tiene, se le dará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y aquellos enemigos míos, los que no quisieron que yo reinara sobre ellos, traedlos aquí y matadlos delante de mí’».

Y habiendo dicho esto, marchaba por delante subiendo a Jerusalén.

Comentario del evangelio del día por: San Eusebio

Creían algunos que vendría el reino del Salvador en su primera venida y creían que esto se verificaría cuando subiese a Jerusalén; tanto les habían admirado los milagros divinos que hacía. Por esto les da a conocer que no se recibirá el Reino dado por el Padre antes de ir al Padre por los hombres. Y así dice: «Oyendo ellos esto, prosiguió diciéndoles una parábola con ocasión de estar cerca de Jerusalén».

Esta marcha a una región distante significa su ascensión desde la tierra al cielo. Y cuando añade: «Para recibir un reino y volverse después» da a conocer su segunda venida gloriosa y regia. Y así en primer lugar se llama hombre por su nacimiento según la carne; después se llama noble. Y no se llama todavía rey porque no ostentaba aún la majestad real en su primera venida. Por esto dice muy oportunamente: «a recibir un reino» porque dándoselo el Padre, lo obtuvo según las palabras de Daniel: «He aquí que el Hijo del hombre venía sobre las nubes, y se le dio un reino» (Dan 7,13).

13. Por medio de aquellos que reciben las minas significa a sus discípulos, a los que dando minas les encarga que hagan igual dispensación a todos, y les manda negociar. Sigue, pues: «Y les dijo: Negociad mientras vengo». Este negocio no era otro que la doctrina del Reino de los Cielos que habían de predicar sus discípulos a los hombres. Una misma había de ser la doctrina para todos, una misma fe y un solo bautismo. Por esto se da una mina a cada uno.

Cuando dice «sus ciudadanos», se refiere a los judíos nacidos de la misma progenie según la carne, y también porque cumplía como ellos con los preceptos de la ley.

15. Después que el Salvador dijo que esto se refería a su primera venida, anuncia a continuación su vuelta majestuosa y gloriosa diciendo: «Y cuando volvió después de haber recibido el reino», etc.