• 08/02/2025

Evangelio del día 18 de Julio 2020

Evangelio del día

Cita del evangelio del día: Mt 12,14-21

En aquel tiempo, los fariseos se confabularon contra Él para ver cómo eliminarle. Jesús, al saberlo, se retiró de allí. Le siguieron muchos y los curó a todos. Y les mandó enérgicamente que no le descubrieran; para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías: «He aquí mi Siervo, a quien elegí, mi Amado, en quien mi alma se complace. Pondré mi Espíritu sobre él, y anunciará el juicio a las naciones. No disputará ni gritará, ni oirá nadie en las plazas su voz. La caña cascada no la quebrará, ni apagará la mecha humeante, hasta que lleve a la victoria el juicio: en su nombre pondrán las naciones su esperanza».

Comentario del evangelio del día por San Cirilo de Alejandría:

Cristo, siendo Dios por su naturaleza, Palabra verdadera de Dios Padre, de la misma naturaleza que el Padre y coeterno con él, brillando en lo más alto de los cielos, en su condición de Dios y semejante a Dios, “no consideró como presa codiciable el ser igual a Dios. Al contrario, se despojó de su grandeza, tomó la condición de esclavo y se hizo semejante a los hombres.” Naciendo de María Virgen se comportó como un hombre cualquiera y “en su condición de hombre se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz”(cf Flp 2,6- 8).

Cristo se abajó hasta nuestra humildad, dando a la humanidad la plenitud que le es propia. Se abajó no por obligación sino con plena libertad. Por nosotros adoptó la condición de esclavo, él que es la libertad en persona. Se hace uno como nosotros, él que está por encima de toda la creación. Se somete a la muerte, él que da la vida al mundo… Se pone bajo la Ley como nosotros (Gal 4,4), él que siendo Dios trasciende la Ley. Se hace hombre entre los hombres; naciendo de mujer, tiene un comienzo, él que precede todos los tiempos y todas las edades, más aún: él que es el Creador y el origen de todos los siglos… Él que tomó carne de María es de la misma naturaleza que nosotros, está hecho de nuestra propia sustancia, haciéndose cargo de la descendencia de Abraham. Pero, al mismo tiempo, es, por el plan divino, de la misma naturaleza que Dios su Padre.