Una vez más aparece Juan el Bautista preparando el camino para el Señor. Es importante que nos preparemos para su venida. Si Jesús nos encuentra bien dispuestos, la Navidad será un momento de muchas bendiciones. En este texto aparecen destacados dos detalles de esa preparación. Dice que Juan vino antes de Jesús “para reconciliar a los padres con los hijos y para que los rebeldes aprendan a obedecer”. Si queremos prepararnos, es importante prestar atención a esas dos cosas: tratar de reconciliarnos con los demás, abandonar el rencor, perdonar, liberarnos del peso oscuro del resentimiento que nos ata; y también aprender a obedecer. Esto significa abandonar la rebeldía y aceptar que, a veces, cuesta y duele cumplir la Palabra de Dios.