Comentario del evangelio del día: (Mc 11,27-33)
Los jefes de los sacerdotes todavía estaban irritados y ofendidos porque Jesús había expulsado a los vendedores del templo. Porque esos vendedores dependían de ellos y les entregaban mucho dinero. No fueron capaces de escuchar el mensaje de Jesús que invitaba a transformar al templo nuevamente en un lugar de oración, de encuentra con Dios. Aquellos sacerdotes no advertían que también ellos necesitaban escuchar a Jesús y convertirse. Por eso se acercaron a increparlo y a preguntarle qué autoridad tenía él para enfrentarse a ellos de esa manera. También nosotros a veces estamos tan apegados a nuestras seguridades y costumbres, que ya no podemos escuchar en nuestro corazón la llamada a la conversión y nos entretenemos discutiendo y buscando excusas. Escuchemos una vez más la llamada a volver a Dios.