Cita del evangelio del día: Mc 8,27-33
En aquel tiempo, salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que soy yo?». Ellos le dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que uno de los profetas». Y Él les preguntaba: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Pedro le contesta: «Tú eres el Cristo».
Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de Él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días. Hablaba de esto abiertamente. Tomándole aparte, Pedro, se puso a reprenderle. Pero Él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole: «¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres».
Comentario del evangelio del día por San Francisco de Sales:
-Él es Nuestro Salvador y Redentor: Ése es su nombre, pues Jesús quiere decir Salvador. Él nos ha rescatado con su Pasión y muerte. Se ha hecho compañero de nuestra miseria para luego hacernos compañeros de su gloria. Te ruego, Teótimo, que te fijes con cuánto ardor desea Dios que seamos suyos. La Redención ha sido tan copiosa y abundante que nadie ya puede dudar de la misericordia divina
-Nuestro Médico: El excelente Médico de todas nuestras enfermedades. Venid a Mí, nos dice, y seréis curados. Y para el divino Médico es como un honor que le busquen los enfermos, sobre todo si sus enfermedades son incurables.
-Nuestro Maestro: Es el que el Padre ha enviado para enseñarnos lo que tenemos que hacer y desde entonces, debemos ajustar nuestra voluntad a la suya, quedándonos a la espera y en sencilla disposición de recibir todo con amor, sin otro deseo ni pretensión que darle gusto.
-Nuestro Amigo: Aprended de Él lo que tenéis que hacer y no hagáis nada sin su consejo, porque Él es el Amigo fiel que os conducirá y dirigirá y tendrá cuidado de vosotros, como de todo corazón se lo suplico.
-Nuestro Guía: Nos lleva de la mano; estrechádsela fuerte y caminad gozosos. Si os entra miedo, no temáis: vais con Jesús. Él os ayudará y cuando no podáis seguir, Él os llevará en sus brazos. Dios quiera que no nos fijemos mucho en las condiciones del camino sino que tengamos los ojos fijos en Aquel que nos conduce.
Y por fin, nuestro Modelo en todo, y nuestro Dios por los siglos de los siglos.