Cita del evangelio del día: Lc 21,1-4
En aquel tiempo, alzando la mirada, Jesús vio a unos ricos que echaban sus donativos en el arca del Tesoro; vio también a una viuda pobre que echaba allí dos moneditas, y dijo: «De verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que todos. Porque todos éstos han echado como donativo de lo que les sobraba, ésta en cambio ha echado de lo que necesitaba, todo cuanto tenía para vivir».
Comentario del evangelio del día por San Paulino de Nola:
Acordémonos de esta viuda que se olvidaba de sí misma para socorrer a los pobres, hasta dar todo lo que le quedaba para vivir, pensando sólo en la vida futura, como lo dice el mismo Señor. Los otros habían dado de lo que les sobraba, pero ella, más pobre quizá que muchos pobres, ya que su fortuna se reducía dos piezas de moneda, en su corazón era más rica que todos los ricos.
Ella sólo miraba las riqueza perdurables. Deseosa de los tesoros celestiales, renunciaba a todo lo que ella poseía como bienes que vienen de la tierra y a ella vuelven. (Gn 3,19) Daba lo que tenía para poseer lo que no tenía. Daba de los bienes perecederos para adquirir bienes inmortales. Esta pobre mujercilla no había olvidado los medios previstos y dispuestos por Nuestro Señor para obtener la recompensa futura. Por esto, el Señor tampoco la olvida, y como juez del mundo ha pronunciado por adelantado la sentencia: hace el elogio de aquella que será coronada en el día del juicio.