Comentario del evangelio del día:
El pesebre se va transformando, y así lo vamos comprendiendo mejor. Vemos a María y a José con el niño, consagrándolo en el templo. Era una familia piadosa, que vivía la fe de su pueblo. También compartían Ia vida de los pobres, porque entregaban la ofrenda de los que tenían poco dinero: sólo un par de palomitas. El anciano Simeón simboliza las esperanzas más profundas. EI esperaba al Mesías y tuvo el gozo de tenerlo en sus brazos. Así alcanzó el mayor consuelo: “he visto la salvación”. Nosotros no tenemos que esperarlo, ya lo tenemos. Disfrutémoslo. Pero Simeón anuncia a María que no todo será de color de rosa. Ella sufrirá junto con Jesús: “como una espada que te atraviese el alma”. No tenemos una Madre que no comprenda nuestras angustias y límites.