Comentario del evangelio del día: (Mt 13,31-35)
Jesús utiliza distintos ejemplos para enseñarnos que el Reino de Dios está creciendo. Crece con los tiempos de Dios, que no son los nuestros. Además, nos recuerda que las cosas grandes comienzan con cosas insignificantes. Es como una pequeña semilla que termina convirtiéndose en un árbol inmenso, o como una pequeña porción de levadura que lentamente, pero sin pausa, hace fermentar y produce una gran masa. Hay que confiar en ese misterio de Dios que trabaja también cuando no lo vemos. Reconozcamos esa fuerza sobrenatural que crece en las cosas pequeñas. En el ejemplo del árbol, es bello advertir que entre sus ramas anidan los pájaros, en una mezcla de ternura, bondad y esperanza. Con nuestras pequeñas entregas, el Señor puede hacer silenciosamente grandes cosas.