Comentario del evangelio del día: (Mc 10,32-45)
En el Evangelio se proponen dos formas de relacionarnos con Jesús: una es caminar detrás de él, seguirlo como discípulos, dejar que nos oriente por el camino, marchar con alegría y confianza detrás de Él. La otra manera es estar frente a frente: mirarlo, admirarlo, escucharlo. Pero algunos discípulos no estaban conformes con esa relación y querían otra cosa: sentarse a su lado, reinando con él, mostrando poder y gloria ante los demás. Tanto les apasionaba esa sed de poder, que estaban dispuestos a sufrir. Jesús les respondió con claridad: cualquiera que quiera estar con El debe saber que El no vino a ser servido, sino a servir y a dar la vida por los demás. Lo que interesan son los demás, y a ese servicio se debe someter toda vanidad.