Comentario del evangelio del día: (Lc 13,22-30)
«¿Son pocos los que se salvan?” Parece una pregunta extraña. No son muchos quienes se preocupan por la salvación eterna. En la época de Jesús, la vida era muy corta, había menos distracciones, y se pensaba más en lo que venía después. Hoy la gran pregunta es: ¿cómo puedo hacer para vivir bien? Sin embargo, para las dos preguntas la respuesta es la misma. Lo que Dios nos pide para alcanzar la salvación es lo mismo que nos hace sentir bien ahora y puede darnos paz, seguridad y consuelo. Es el amor: poner la confianza del corazón en el Señor y querer a los demás. Esa puerta del amor es estrecha, lo más fácil es dejarnos llevar por el egoísmo, el orgullo y el rencor. Pero vale la pena intentar pasar por esa puerta.