• 08/02/2025

Evangelio del día 5 de Abril 2023 (Mt 26,14-25)

Evangelio del día

Cita del evangelio del día: Mt 26,14-25

En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue donde los sumos sacerdotes, y les dijo: «¿Qué queréis darme, y yo os lo entregaré?». Ellos le asignaron treinta monedas de plata. Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregarle.

El primer día de los Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: «¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer el cordero de Pascua?». Él les dijo: «Id a la ciudad, a casa de fulano, y decidle: ‘El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos’». Los discípulos hicieron lo que Jesús les había mandado, y prepararon la Pascua.

Al atardecer, se puso a la mesa con los Doce. Y mientras comían, dijo: «Yo os aseguro que uno de vosotros me entregará». Muy entristecidos, se pusieron a decirle uno por uno: «¿Acaso soy yo, Señor?». Él respondió: «El que ha mojado conmigo la mano en el plato, ése me entregará. El Hijo del hombre se va, como está escrito de Él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!». Entonces preguntó Judas, el que iba a entregarle: «¿Soy yo acaso, Rabbí?». Dícele: «Sí, tú lo has dicho».

Comentario del evangelio del día por: San Juan Crisóstomo

14. «Entonces uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue donde los sumos sacerdotes…» Tan luego como oyó que el Evangelio se había de predicar en todas partes, temió, pues esto demostraba un poder admirable.

«Uno de los Doce…»Como si dijera, de la sección principal, de los que sublimemente fueron elegidos, y para designarle agrega: «llamado Judas Iscariote» (de Isch-Queriióth, que quiere decir varón u hombre de Kerioth y vulgarmente Carioth, pueblo donde nació Judas): porque había otro Judas.

17. «El primer día de los Azimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: “¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer el cordero de Pascua?”» Llama a este día el primero de los ácimos, los cuales eran siete; pues acostumbraron siempre los judíos a contar desde la víspera. Por esto hace mención de este día, en la víspera del cual había de ser inmolada la Pascua, y lo fue en la feria quinta.

De aquí se deduce claramente que no tenía casa ni choza. Yo opino también que ni los discípulos la tenían; pues, en verdad, le hubiesen rogado que fuese allí.

18a. Se puede decir que por esto que dice: «Id a la ciudad, a casa de fulano…» Da a entender que los envía a casa de un hombre desconocido, manifestando con ello que podía no padecer. Porque el que persuadió la mente de esta persona para que los recibiese, ¿qué no hubiera podido hacer, ciertamente, contra los que le crucificaban, si hubiese querido no padecer? Pero yo no admiro tan sólo que un viviente desconocido le recibió, sino que despreció el odio de muchos recibiendo a Jesucristo.

18b. «Decidle: “El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos.”» Dijo esto a los discípulos, aludiendo a la pasión, para que ejercitados por las repetidas enunciaciones de la pasión, meditasen lo que había de acontecer, demostrándoles al mismo tiempo que iba a la pasión por su voluntad. Continúa: «En tu casa hago la Pascua»: En lo que da a entender que hasta el último día no se oponía a la ley. Y añadió: «Con mis discípulos», para que se preparase lo bastante y para que aquél a cuya casa los enviaba, no creyese que El quería ocultarse.

21. Dice el Evangelista que cuando los discípulos estaban comiendo, Jesús empezó a hablar de la traición de Judas, dando así a conocer con tiempo y desde la mesa, la malicia del traidor. Por esto sigue: «Y mientras comían, dijo: “Yo os aseguro que uno de vosotros me entregará.”»

23. «El respondió: “El que ha mojado conmigo la mano en el plato, ése me entregará.”» Me parece que también Jesucristo metía la mano en el plato al mismo tiempo que Judas, comprometiéndole más así, y atrayéndolo a su amor.

24. «El Hijo del hombre se va, como está escrito de él…» Dijo esto para consolar a sus discípulos, y que no creyesen que sufría aquello por debilidad, y para advertir a la vez al traidor. Porque aun cuando estaba escrito que Jesucristo habría de padecer, sin embargo, se culpa de su muerte a Judas. Pero la traición de Judas no es quien ha obrado nuestra salvación, sino que la sabiduría de Jesucristo se valió para nuestro bien de la necedad de otros. Y por eso sigue: «¡Ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!»

25b. Aunque el Señor podía haber dicho: has convenido tomar dinero, y aun te atreves a preguntar. Pero nada de esto dijo el mansísimo Jesús, para designarnos la línea de conducta que debemos observar. Por esto sigue: «Dícele: “Sí, tú lo has dicho.”»