Cita del evangelio del día: Mt 7,21.24-27
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina».
Comentario del evangelio del día por San Jerónimo:
Así como había dicho antes que aun los que llevan el vestido de la buena vida no deben ser recibidos si hay maldad en sus enseñanzas, así ahora dice, por el contrario, que no debe oírse a los que, enseñando buena doctrina, la destruyen con sus malas obras. Una y otra cosa es necesaria a los que sirven al Señor: que las obras se prueben con las palabras y las palabras con las obras. Y por ello añade: «No todo el que me dice Señor, Señor…»
Es costumbre en la Sagrada Escritura el tomar los dichos por los hechos, según cuya interpretación dice el Apóstol: «Confiesan que conocen a Dios, pero lo niegan con los hechos» (Tit 1,16).
+ Toda predicación de los herejes se funda en arena movediza, que no puede hacerse compacta, y así se desmorona.+