Comentario del evangelio del día: (Mc 10,42-43)
Buscaban la manera de desacreditar a Jesús. Para ello le preguntaron si había que pagar el impuesto al emperador romano.“ Si contestaba que sí, le pondrían al pueblo en contra; si decía que no, los romanos se encargarían de eliminarlo a éI y a sus discípulos. Pero Jesus no deseaba exponer a sus discípulos a Ia desaparición: era realista. Por eso su respuesta se remitió a decir que las monedas acuñadas por el emperador romano debían volver a él. Esa respuesta ambigua de ninguna manera era una aprobación del poder del imperio. Jesús rechazó ese dominio despótico: “Entre los paganos hay jefes que creen tener el derecho de gobernar con tiranía a sus súbditos, y sobre estos descargan los grandes el peso de su autoridad. Pero entre vosotros no debe ser así”.