Cita del evangelio del día: Jn 17,11b-19
En aquel tiempo, Jesús, alzando los ojos al cielo, dijo: «Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros. Cuando estaba yo con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que me habías dado. He velado por ellos y ninguno se ha perdido, salvo el hijo de perdición, para que se cumpliera la Escritura.
»Pero ahora voy a ti, y digo estas cosas en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría colmada. Yo les he dado tu Palabra, y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como yo no soy del mundo. No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno. Ellos no son del mundo, como yo no soy del mundo. Santifícalos en la verdad: tu Palabra es verdad. Como tú me has enviado al mundo, yo también los he enviado al mundo. Y por ellos me santifico a mí mismo, para que ellos también sean santificados en la verdad».
Comentario del evangelio del día por San Agustín de Hipona:
Por qué odia el mundo
Mientras habla aún el Señor al Padre y ora por sus discípulos, dice: Yo les he dado tu palabra y el mundo les tuvo odio. Aún no habían experimentado esto mediante sus sufrimientos que iban después a acaecerles; pero, según su costumbre, dice esas cosas de modo que con palabras de tiempo pretérito preanuncia lo venidero. Después, para agregar la causa de por qué el mundo los ha odiado, afirma: Porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo (Jn 17,14). Esto les fue conferido mediante la regeneración, porque por generación eran del mundo; por eso les había ya dicho: Yo os elegí del mundo (Jn 15,19). Les ha sido, pues, donado que, como él, tampoco ellos fuesen del mundo, pues del mundo los libró él. Ahora bien, él nunca fue del mundo porque, aun según la forma de esclavo, él ha nacido del Espíritu Santo, del cual ellos han renacido. Por cierto, si ellos no son ya del mundo precisamente porque han renacido del Espíritu Santo, él nunca ha sido del mundo porque ha nacido del Espíritu Santo.
Santificar en la verdad
Afirma: «No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal», pues aunque ya no eran del mundo, sin embargo, tenían aún necesidad de estar en el mundo. Repite idéntica idea; afirma: «No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en la verdad» (Jn 17,15-17), pues así son guardados del mal, cosa que más arriba ha pedido que sucediera. Por otra parte, puede preguntarse cómo no eran ya del mundo si aún no estaban santificados en la verdad o, si ya lo estaban, por qué implora que lo estén. ¿Acaso porque, aun santificados, progresan en idéntica santidad y son hechos más santos, y esto no sin la ayuda de la gracia de Dios, sino porque santifica su progreso el que ha santificado su comienzo? Por ende, también el Apóstol dice: Quien comenzó en vosotros una obra buena, la terminará hasta el día de Cristo Jesús (Flp 1,6).
Así pues, son santificados en la verdad los herederos del Testamento Nuevo, de cuya realidad habían sido sombras las santificaciones del Viejo Testamento y, evidentemente, cuando son santificados en la verdad son santificados en Cristo, quien ha dicho verazmente: Yo soy el Camino y la Verdad y la Vida (Jn 14,6). Asimismo, cuando aseveró: «La verdad os librará», para exponer poco después por qué lo había dicho afirma: «Si el Hijo os liberare, entonces seréis verdaderamente libres» (Jn 8,32. 36):para mostrar que él había llamado primero «la verdad» a lo que a continuación ha llamado «el Hijo». Qué otra cosa, pues, ha dicho también en este lugar, Santifícalos en la verdad, sino santifícalos en mí?
Muchas gracias por tu atención y por haber leído este artículo hasta el final, solo me queda pedirte que ores por el sueño de Tekton, el Hogar de San José. Estamos intentando abrir este hogar, que pretende ser un hogar de misericordia, para ayudar a las personas necesitadas, un hogar para acoger a los pobres y darle los medios para encontrar un trabajo, una estabilidad. Pero además que el paso por este hogar signifique un encuentro con Cristo, un acercamiento a la vida de la gracia de Dios. Por todo ello, te pedimos oraciones para que este hogar sea una realidad, y te informes de este hogar y si puedes ayudarnos, no solo con tus oraciones, qué es lo más importante, sino también con tu donativo. Muchas gracias y que Dios te bendiga.
Necesitamos una pequeña ayuda mensual o puntual según tus posibilidades para seguir con Tekton. ¡Ayúdanos! Gracias y que Dios te bendiga.