Comentario del evangelio del día: (Mc 9,2-10)
Soñamos con subir a un monte alto para gozar del silencio y la calma lejos de las perturbaciones del mundo, preservados de las criticas, de los reclamos, de las responsabilidades y desafíos del mundo. Pedro quería construir unas chozas y quedarse allí arriba. Jesús estaba radiante, protegido de las malas intenciones de los fariseos y de los poderosos que se le oponían. Sin embargo, el único objetivo de subir al monte era recibirla invitación divina a escuchar a Jesús. Inmediatamente bajaron del monte, de nuevo a la aspereza de la vida cotidiana y lejos de la calma de las alturas. Porque lo importante no es nuestra comodidad, tampoco la tranquilidad o el descanso. Dios nos llama a entrar en el torbellino de la vida, pero orientados por las palabras de Jesús.