Cita del evangelio del día: Mt 9,32-38
Le presentaron un mudo endemoniado. Y expulsado el demonio, rompió a hablar el mudo. Y la gente, admirada, decía: «Jamás se vio cosa igual en Israel».
Comentario del evangelio del día por: San Remigio
«Salían ellos todavía, cuando le presentaron un mudo endemoniado.» La palabra griega cophos ( χωφος ) significa más bien sordo que mudo, pero es costumbre de la Escritura, tomarla indiferentemente o por sordo o por mudo.
«Y expulsado el demonio, rompió a hablar el mudo. Y la gente, admirada, decía: «Jamás se vio cosa igual en Israel.»» Porque así como los ciegos reciben la luz, así también se pone expedita la lengua a los mudos, para que hablen y confiesen a aquel a quien antes negaban. La admiración de las turbas representa la confesión de las naciones y la calumnia de los fariseos nos da a conocer la actual infidelidad de los judíos.
«Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas…»Vemos cómo el Señor predica el Evangelio indistintamente en las aldeas, en las ciudades y en los pueblos, es decir, en los grandes y pequeños centros de población. Porque El no mira el poderío de los nobles sino a la salvación de los creyentes, así se dice: que enseñaba en la sinagoga, es decir, llenaba la misión que le había encomendado el Padre y satisfacía su sed de salvar por medio de su palabra a los infieles.
«… proclamando la Buena Nueva del Reino y sanando todo enfermedad y toda dolencia.» Después de predicar y de enseñar curaba todas las tristezas y enfermedades, con el objeto de persuadir con las obras a los que no había convencido con la palabra y por esta razón se dice: «Curaba todo abatimiento y enfermedad»; con razón se dice de El: nada le es imposible.
«Entonces dice a sus discípulos: «La mies es mucha y los obreros pocos.»» La mucha mies significa la multitud de pueblos y los pocos operarios la escasez de maestros.