Cita del evangelio del día: Jn 17,20-26
En aquel tiempo, Jesús, alzando los ojos al cielo, dijo: «Padre santo, no ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí, para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.
»Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo esté estén también conmigo, para que contemplen mi gloria, la que me has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido y éstos han conocido que tú me has enviado. Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos».
Comentario del evangelio del día por San Agustín de Hipona:
La palabra de los apóstoles llega hasta nosotros
El Señor Jesús, al acercarse ya su pasión, tras haber orado por sus discípulos que nominó también apóstoles, con los cuales había cenado la última cena, de la que había salido su traidor, manifestado mediante el bocado, y con quienes tras la salida de él había ya hablado de muchas cosas antes de orar por ellos, ha agregado también los demás que iban a creer en él, y ha dicho al Padre: «Ahora bien, ruego no sólo por éstos» —esto es, por los discípulos que con él estaban entonces—, «sino también», afirma, «por esos que mediante su palabra van a creer en mí» (Jn 17,20), donde ha querido que se entienda «todos los suyos», no sólo quienes entonces estaban en la carne, sino también los que iba a haber. En efecto, cuantos después creyeron en él, creyeron y, hasta que venga, van a creer, sin duda mediante la palabra de los apóstoles, pues a esos mismos había dicho: «También vosotros daréis testimonio porque desde el inicio estáis conmigo» (Jn 15,27), y mediante éstos ha sido servido el Evangelio aun antes que se escribiera, y cualquiera que cree en Cristo, cree, evidentemente, al Evangelio. Así pues, ha de entenderse que estos de quienes asevera que van a creer mediante su palabra son no sólo los que, cuando vivían en la carne, oyeron a los apóstoles mismos, sino también, tras su óbito, incluso nosotros, nacidos mucho después: mediante su palabra hemos creído en Cristo, porque esos mismos que estuvieron entonces con él predicaron a los demás lo que le oyeron y así, doquiera está su Iglesia, su palabra ha llegado hasta nosotros para que también nosotros creyéramos, y va a llegar a los posteriores, cualesquiera que en cualquier parte van a creer después en él.
Necesitamos de tu ayuda para seguir con Tekton. ¡Ayúdanos! Gracias y que Dios te bendiga.