• 08/02/2025

Evangelio del día 8 de Enero 2021

Evangelio del día

Cita del evangelio del día: Mc 6, 34-44

En aquel tiempo, vio Jesús una gran multitud y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tienen pastor, y comenzó a enseñarles muchas cosas. Y como fuese muy tarde, se llegaron a Él sus discípulos y le dijeron: «Este lugar es desierto y la hora es ya pasada; despídelos para que vayan a las granjas y aldeas de la comarca a comprar de comer». Y Él les respondió y dijo: «Dadles vosotros de comer». Y le dijeron: «¿Es que vamos a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?». Él les contestó: «¿Cuántos panes tenéis? Id a verlo». Y habiéndolo visto, dicen: «Cinco, y dos peces».

Entonces les mandó que se acomodaran todos por grupos de comensales sobre la hierba verde. Y se sentaron en grupos de ciento y de cincuenta. Y tomando los cinco panes y los dos peces y levantando los ojos al cielo, bendijo, partió los panes y los dio a sus discípulos para que los distribuyesen; también partió los dos peces para todos. Y comieron todos hasta que quedaron satisfechos. Y recogieron doce cestas llenas de los trozos que sobraron de los panes y de los peces. Los que comieron eran cinco mil hombres.

Comentario del evangelio del día por: San Beda

34. Así, nosotros no debemos esperar a que nos llame Cristo, sino que debemos anticiparnos para llegar a El. «En desembarcando -prosigue- vio Jesús el gentío, y enterneciéndose», etc. Los fariseos no alimentaban al pueblo, sino que le devoraban como lobos rapaces; por esto se reúnen en torno a Cristo, verdadero Pastor que les da el alimento espiritual, esto es, la palabra de Dios. «Y así se puso a instruirlos en muchas cosas». Viendo quebrantados por lo largo del camino a los que le seguían con motivo de sus milagros, compadecido de ellos quiso satisfacer su deseo enseñándoles.

35-37. Anteponiendo el Señor lo que es más útil, a saber, el alimento de la palabra de Dios, dio después también el corporal a aquella multitud de gente. A esta narración llega el evangelista diciendo: «Pero haciéndose ya muy tarde, se llegaron a El sus discípulos, y le dijeron: Este es un lugar desierto».

Observaremos cómo progresan los discípulos de Cristo en su caridad hacia los hombres; pues se acercan a Cristo compadecidos de aquella muchedumbre, para interceder por ella. Pero el Señor quiso ver si creían que su poder llegaba hasta dar de comer a tanta gente. «Mas El les respondió: Dadles vosotros de comer».

Pero los discípulos le argumentaban como si El ignorase lo que les era necesario para dar de comer a semejante multitud de gentes; y así, responden turbados: «Iremos a comprar pan por doscientos denarios», etc.

39-40. «les mandó que se acomodaran todos por grupos…» Con esto se da a entender que fueron separados en grupos, porque la frase según los grupos se repite en griego, y se traduce por grupos y grupos.
«Después, tomados los cinco panes», etc.

41. Mira también al cielo, para enseñarnos a pedir a Dios nuestro sustento, y no al diablo, como hacen los que se alimentan de trabajos censurables. Enseña igualmente a la gente de este modo que no es contrario a Dios, sino que le ruega. Da el pan a sus discípulos para que le repartan, a fin de que, teniéndole entre las manos, se vea el milagro sin ningún tipo de duda. «Y todos comieron -continúa- y se saciaron», etc. Quedaron doce cestas de pedazos, para que, llevando cada apóstol una de ellas, apareciese el milagro inefable. Y era -en efecto- obra de un poder superabundante, no sólo dar de comer a tantos hombres, sino hacer que además sobrara tanto. Porque aunque Moisés daba el maná, daba según la necesidad de cada uno, y el resto empezaba a hervir de gusanos (Ex 16). Igualmente Elías, alimentando a la viuda, le daba lo que le era necesario (1Re 17). Pero Jesús, como Señor, obra sobreabundantemente.

…Los dos peces son los escritos de los pescadores, esto es, las epístolas y el Evangelio.