¡Herejía en la Iglesia! El Grito de Alerta del Cardenal Sarah Contra ‘Fiducia Supplicans
El destacado prelado africano, Cardenal Robert Sarah, se ha sumado a la creciente lista de obispos que han rechazado ‘Fiducia Supplicans’, calificándolo como una “herejía que socava gravemente a la Iglesia, Cuerpo de Cristo, porque es contrario a la fe y tradición católica”. En una extensa declaración publicada por el veterano periodista vaticano Sandro Magister, el Cardenal Sarah se unió a la voz de sus colegas obispos africanos en rechazar el respaldo de ‘Fiducia Supplicans’ a las «bendiciones» de parejas del mismo sexo.
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Publicada el 8 de enero y fechada el 6 de enero, el cardenal destacó cómo la actividad homosexual va en contra de la «ley natural», la Escritura y la ley moral de la Iglesia, todas las cuales citó en su declaración. Según sus palabras, tales acciones «son contrarias a la ley natural», haciendo eco de Persona Humana. “Cierran el acto sexual al don de la vida. No surgen de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden ser aprobadas bajo ninguna circunstancia. Cualquier enfoque pastoral que no recuerde esta verdad objetiva estaría fallando en la primera obra de misericordia, que es el don de la verdad».
Su declaración se produjo a la luz del documento ‘Fiducia Supplicans’, del 18 de diciembre de 2023, del Cardenal Víctor Manuel Fernández, que pretende permitir «bendiciones» de parejas del mismo sexo. El documento evitó declarar explícitamente que tales «bendiciones» son para uniones homosexuales, sino más bien para «parejas».
Refiriéndose a esto, el Cardenal Sarah escribió que “algunos en los medios de comunicación afirman que la Iglesia Católica fomenta la bendición de uniones del mismo sexo. Mienten”. Acusó a «algunos obispos» de hacer lo mismo, afirmando que están “sembrando dudas y escándalos en las almas de los fieles al pretender bendecir uniones homosexuales como si fueran legítimas, en conformidad con la naturaleza creada por Dios, como si pudieran conducir a la santidad y la felicidad humana”.
Todas estas acciones, según él, “solo generan error, escándalo, duda y decepción”, agregando que: “Estos obispos ignoran o olvidan la severa advertencia de Jesús contra aquellos que escandalizan a los pequeños: ‘Si alguien escandaliza a uno de estos pequeños que creen en mí, sería mejor colgarle una piedra de molino al cuello y arrojarlo a las profundidades del mar’ (Mt 18:6)”.
Debido a su «falta de claridad», ‘Fiducia Supplicans’ “solo ha amplificado la confusión en el corazón de las personas, y algunos incluso lo han utilizado para apoyar sus intentos de manipulación”, escribió el cardenal guineano. Como tal, descartó «entrar en discusión» con el documento, citando en cambio «la Palabra de Dios y el Magisterio y la enseñanza tradicional de la Iglesia».
El Cardenal Sarah citó extensamente las Sagradas Escrituras, junto con textos vaticanos más recientes bajo el pontificado del Papa Juan Pablo II.
El Cardenal Fernández había argumentado una distinción en los tipos de «bendiciones» al defender la oferta de «bendiciones» a parejas del mismo sexo, pero el Cardenal Sarah rechazó los fundamentos del argumento. Señaló cómo ‘Fiducia Supplicans’ “escribe que la bendición está destinada a personas que ‘piden que todo lo que es verdadero, bueno y humanamente valioso en sus vidas y relaciones sea invertido, sanado y elevado por la presencia del Espíritu Santo’ (n. 31)”.
Esto, dijo, es una anomalía: “¿Pero qué es bueno, verdadero y humanamente válido en una relación homosexual, definida por la Sagrada Escritura y la Tradición como grave depravación y ‘intrínsecamente desordenada’?”.
Escribiendo en detalle sobre la distinción intentada entre formas de bendiciones, el Cardenal Sarah declaró en su totalidad: “Permítanme, por lo tanto, no caer en argumentos vanos sobre el significado de la palabra bendición. Es obvio que podemos orar por el pecador, es obvio que podemos pedir a Dios su conversión.
Es obvio que podemos bendecir al hombre que, poco a poco, se vuelve hacia Dios para pedir humildemente la gracia de un cambio verdadero y radical en su vida. La oración de la Iglesia no se niega a nadie. Pero nunca puede ser desviada para convertirse en una legitimación del pecado, de la estructura del pecado, o incluso de la ocasión inminente del pecado.
El corazón contrito y penitente, incluso si aún está lejos de la santidad, debe ser bendecido. Pero recordemos que, ante corazones no convertidos y endurecidos, no salen palabras de bendición de la boca de San Pablo, sino más bien esta advertencia: ‘Con tu corazón endurecido, que no quiere convertirse, estás acumulando ira contra ti mismo para ese día de ira, cuando se revele el justo juicio de Dios, el que pagará a cada uno según sus obras’ (Rom 2:5-6)”.
Citando el Catecismo y el Papa Benedicto XVI, el cardenal señaló cómo “los homosexuales están llamados a la castidad” y que el respeto por un individuo “no significa que la homosexualidad sea correcta. Sigue siendo algo radicalmente opuesto a la esencia misma de lo que Dios pretendía originalmente”.
En un movimiento particularmente significativo, el Cardenal Sarah se alió con el número de obispos africanos y conferencias episcopales que han emitido su rechazo a ‘Fiducia Supplicans’, nombrando en particular “a los de Camerún, Chad, Nigeria”. Los obispos de Camerún emitieron una declaración particularmente fuerte que prohíbe «toda bendición de ‘parejas homosexuales'» y describe la homosexualidad como “un vicio que se ha convertido en objeto de una reivindicación de reconocimiento legal y, hoy, de una bendición”.
El Cardenal Sarah alentó a más obispos a seguir el ejemplo en tales declaraciones y agradeció a las «Conferencias Episcopales que ya han hecho este trabajo de verdad, en particular a las de Camerún, Chad, Nigeria, etc., cuyas decisiones y firme oposición a la Declaración ‘Fiducia supplicans’ comparto y hago mías». Tal oposición a ‘Fiducia Supplicans’ no es una oposición al Papa Francisco, explicó, sino que es un movimiento «firmemente y radicalmente opuesto a una herejía que socava seriamente a la Iglesia, el Cuerpo de Cristo, porque es contrario a la fe y tradición católica».
De hecho, el prelado guineano también vinculó el impulso de las «bendiciones» del mismo sexo al actual Sínodo sobre la Sinodalidad, advirtiendo que “debemos estar en guardia contra las manipulaciones y planes que algunos ya están preparando para esta próxima sesión del Sínodo”. “Toda esta confusión, suscitada por la Declaración ‘Fiducia supplicans’, podría reaparecer bajo otras formulaciones más sutiles y ocultas en la segunda Sesión del Sínodo sobre la Sinodalidad, en 2024, o en el texto de aquellos que ayudan al Santo Padre a redactar la Exhortación Apostólica Post-Sinodal”, escribió.
Con su voz ahora unida a la de sus colegas obispos africanos y muchos otros obispos en todo el mundo, la continua oposición a ‘Fiducia Supplicans’ sigue creciendo.
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