Iglesia católica de Irak bajo presión: el decreto del presidente desafía al cardenal Sako
El cardenal católico caldeo de Irak, Louis Sako, ha abandonado su residencia patriarcal en la capital, Bagdad, trasladándose a un monasterio en la región norteña de Kurdistán, después de que el presidente de Irak revocará recientemente un decreto que lo reconocía oficialmente como patriarca caldeo en el país.
La decisión del presidente iraquí Abdul Latif Rashid, tomada el 3 de julio de 2023, es vista como una usurpación del cargo del clérigo como líder oficialmente reconocido de la Iglesia Católica Caldea en Irak y de sus poderes para administrar el patrimonio religioso caldeo.
La acción ha revocado un decreto presidencial especial de 2013 otorgado por el predecesor de Rashid, que le concedió esta autoridad a Sako.
El arzobispo católico caldeo Bashar Warda explicó en una declaración que la razón detrás de esta medida podría haberse originado en solicitudes similares de decretos por parte del patriarca de la Iglesia Asiria y el patriarca de la Iglesia Asiria Antigua, a las que el presidente negó. Según Asia News, Rashid dijo que la revocación de tales decretos no afecta el estatus de ningún líder religioso de ninguna manera.
Aunque la mayoría de las voces en la izquierda católica han elogiado el nombramiento de Fernández, algunos defensores de las víctimas de abuso sexual clerical han sido muy críticos. Diya Butrus Slewa, activista de derechos cristianos iraquí, llamó a la acción «una maniobra política para arrebatar lo que queda de los cristianos en Irak y Bagdad y expulsarlos».
«Desafortunadamente, esto es un claro ataque contra los cristianos y una amenaza para sus derechos», dijo Slewa.
«Esperamos que la presidencia iraquí escuche a nuestro pueblo y revoque esto lo antes posible, de lo contrario se convertirá en un asunto internacional y el Vaticano intervendrá», añadió Slewa.
Warda advirtió que, dado «el clima político prevaleciente en Irak, todas las situaciones llevan un subtexto político… Por lo tanto, es prudente que el Presidente maneje esta situación discretamente, se comunique directamente con los líderes religiosos y evite que las facciones políticas aprovechen estas situaciones para sus propios beneficios políticos y mediáticos».
Sako tomó la decisión de mudarse a un monasterio en la región de Kurdistán debido a la campaña ofensiva de las Brigadas de Babilonia y la revocación del decreto presidencial, que calificó de «sin precedentes» en la historia de Irak.
Warda advirtió que, dado «el clima político prevaleciente en Irak, todas las situaciones llevan un subtexto político… Por lo tanto, es prudente que el Presidente maneje esta situación discretamente, se comunique directamente con los líderes religiosos y evite que las facciones políticas aprovechen estas situaciones para sus propios beneficios políticos y mediáticos».
En su declaración, Warda también aconsejó que una visita presidencial al cardenal «en su lugar de residencia podría servir para reforzar sus afirmaciones anteriores sobre el respeto y reconocimiento de Irak hacia el significado religioso, nacional e internacional del Patriarca Sako».
También añadió que «sería beneficioso que el Ministerio de Justicia emitiera rápidamente documentos para los bienes religiosos a todos los líderes de las iglesias, lo que aseguraría a todos que no hay planes para que el estado se apropie de estos bienes eclesiásticos».
Estos decretos tienen sus orígenes en los primeros periodos islámicos, ya que el califa tradicionalmente emitía un edicto que mandaba al patriarca supervisar el estatus personal del cristianismo, de acuerdo con las leyes y costumbres aprobadas por la iglesia.
«Personalmente, veo estos decretos como una clara violación de los derechos humanos, ya que trataban a los no musulmanes como dhimmis, obligándolos a pagar un impuesto», dijo Warda. «Los otomanos adoptaron aún más esta práctica, convirtiéndola en una costumbre que persiste hasta hoy. Es digno de mencionar que se emitieron decretos similares para líderes de otras religiones y sectas», agregó.
La revocación del decreto presidencial que reconocía a Cardinal Louis Sako como patriarca caldeo de Irak ha generado controversia y preocupación entre la comunidad cristiana del país. El presidente iraquí, Abdul Latif Rashid, retiró el decreto que concedía a Sako esta autoridad, lo que ha llevado al cardenal a trasladarse a un monasterio en la región de Kurdistán.
Algunos creen que esta acción puede estar relacionada con la política en Irak. Se ha mencionado que el retiro del decreto siguió a una reunión entre Rashid y Rayan al-Kildani, líder de las Brigadas de Babilonia, una milicia nominalmente caldea con estrechos vínculos con las Fuerzas de Movilización Popular pro-iraníes (conocidas como Hashd al-Shaabi en árabe) y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán. Se cree que el ala política de la milicia, el partido Movimiento Babilonia, representa a la comunidad cristiana de Irak, pero tiene poco o ningún apoyo cristiano y representa principalmente los intereses personales de Kildani. Algunos analistas también ven a Irán fortaleciendo su influencia sobre la política iraquí.
Activistas de derechos cristianos han criticado esta decisión, calificándola como un intento político de privar a los cristianos de sus derechos en Irak y expulsarlos. Esperan que el presidente revierta la decisión para evitar consecuencias internacionales y la intervención del Vaticano.
El arzobispo Warda ha instado al presidente a manejar esta situación de manera discreta y dialogar directamente con los líderes religiosos para evitar que las facciones políticas se aprovechen de la situación con fines políticos y mediáticos. También pidió que se emitan documentos para asegurar que los bienes religiosos de todas las iglesias estén protegidos y no sean objeto de apropiación por parte del estado.
El retiro del decreto ha reabierto debates sobre la historia de tales decisiones en el pasado, que datan de los primeros períodos islámicos, cuando los califas emitían edictos que otorgaban a los patriarcas la supervisión del estatus personal del cristianismo. Warda ve estos decretos como una violación de los derechos humanos, ya que obligaban a los no musulmanes a pagar impuestos y considera que son una práctica anticuada y problemática.
En resumen, la revocación del decreto presidencial que reconocía a Cardinal Louis Sako como patriarca caldeo de Irak ha generado controversia y preocupación en la comunidad cristiana del país. Se cree que esta acción puede tener motivaciones políticas y se espera que el presidente reconsidere su decisión para proteger los derechos de los cristianos en Irak. La comunidad internacional y el Vaticano están atentos a la situación, y se espera que se resuelva de manera discreta y justa para evitar conflictos y tensiones adicionales.
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