Iglesia y potestad civil, principios de política.
La autoridad de la Iglesia y la autoridad civil se ejercen sobre el mismo sujeto. Por esa razón, es necesario que entre las dos potestades haya una cierta ordenada trabazón que rectamente se compara con la unión del alma y el cuerpo.
No debe haber entre ambas potestades desconocimiento, conflicto, sino manifiesta concordia. La potestad civil no debe someter o cercenar la autoridad y libertad de la Iglesia. Así mismo, la Iglesia no ha de inmiscuirse en los asuntos políticos que tocan exclusivamente a la autoridad civil. Debe, si, haber armonía perfecta en lo que toca a los llamados temas mixtos, como matrimonio, enseñanza, y cuestiones que afectan a la dignidad de la persona humana, en los que deben prevalecer los principios religiosos, morales y de la ley natural. Esos principios deben ser observados por el Estado ya que hacen referencia al fin último de la sociedad.
Principios de Política – Manual del Pueblo de Dios
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