Inteligencia Artificial
El magnate Elon Musk, cofundador de PayPal, Tesla y SpaceX, ha revelado en una entrevista con Tucker Carlson que el también cofundador de Google, Larry Page, le confesó que esperaba poder diseñar una inteligencia superior artificial a la que se refirió como un “dios digital”. Según Musk, la charla tuvo lugar cuando se quedó en la casa de Page en Palo Alto, California, cuando los dos eran «amigos cercanos».
Musk destacó que a lo largo de los años, Page ha hecho varias declaraciones públicas que indican que «el objetivo principal de Google es alcanzar la AGI, es decir, la inteligencia artificial general o superinteligencia artificial».
En la entrevista, Musk dijo que en el momento de su conversación con Page, Google ya había adquirido DeepMind, un laboratorio de investigación de IA con sede en Londres, por valor de 500 millones de dólares. Asimismo, Musk mencionó la respuesta que recibió de Page cuando le alertó acerca de los riesgos potenciales que conlleva la creación de una superinteligencia de IA.
Musk dijo que, aunque cree que hay un gran potencial para lo bueno en la IA, también existe un riesgo de que haga daño a la humanidad. Por eso, la responsabilidad de los desarrolladores de la IA debe ser asegurarse de que haga el bien y minimizar la probabilidad de que haga cosas malas.
Sin embargo, cuando Musk le recordó a Page esta responsabilidad, Page lo llamó «especista», según lo relatado por Musk. Según el libro de Max Tegmark, Life 3.0: Being Human In The Age of Artificial Intelligence, esta acusación se produjo durante una discusión entre los dos magnates en una fiesta en Napa Valley en 2015.
Musk se ha mostrado muy preocupado por los riesgos potenciales de la IA y ha formado un equipo de investigación para combatir lo que ha calificado como la amenaza «mortal» de la IA woke. El equipo de investigación tiene como objetivo desarrollar una alternativa al ChatGPT. En el mes de diciembre, Musk hizo una advertencia acerca de los posibles riesgos que podría acarrear el aumento en la utilización de herramientas de IA, como el ChatGPT, el cual tuiteó como un ejemplo de «entrenamiento de IA para ser woke».
Aunque la IA tiene muchas aplicaciones positivas, como ayudar en la investigación médica o mejorar la eficiencia energética, también hay preocupaciones sobre el riesgo de que la IA sea utilizada para fines malintencionados, como la creación de armas autónomas o la violación de la privacidad y la seguridad de los ciudadanos. Es importante que los desarrolladores de la IA trabajen en estrecha colaboración con expertos en ética y seguridad para garantizar que la IA se desarrolle de manera responsable y segura.
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