La Cocina de Santa Hildegarda: 7 Alimentos Curativos para una Vida Saludable
Descubre la cocina de Santa Hildegarda, basada en alimentos saludables y curativos que ayudan a cuidar el cuerpo y el alma. Aprende cómo la espelta, las verduras cocidas y los lácteos pueden transformar tu salud.
¿Qué es la cocina de Santa Hildegarda?
La cocina de Santa Hildegarda no es solo una forma de alimentarse, sino una forma de cuidar todo el cuerpo y mantenernos saludables. Para ella, los alimentos no solo sirven para llenar el estómago, sino que también tienen propiedades curativas que ayudan a sanar el cuerpo y la mente. La dieta de Hildegarda está basada en alimentos naturales como la espelta, frutas, verduras, carnes, lácteos y hierbas, que, al ser consumidos de manera correcta, pueden ayudarnos a mantener el equilibrio físico y mental.
Santa Hildegarda enseñó que si una parte del cuerpo se enferma, no debemos tratar solo esa parte, sino todo el cuerpo. Así, su cocina trata de curar a la persona en su totalidad, no solo a través de los alimentos, sino también con el estilo de vida y el cuidado espiritual.
Los Alimentos Principales en la Cocina de Santa Hildegarda
Espelta: El Cereal Estrella
Uno de los alimentos más importantes en la cocina de Santa Hildegarda es la espelta. Este cereal es muy especial porque contiene casi todo lo que nuestro cuerpo necesita para mantenerse fuerte y saludable.
Beneficios de la Espelta:
Energía Muscular: La espelta tiene muchos carbohidratos, que nos dan energía para movernos y hacer ejercicio.
Buen Ánimo: Comer espelta puede ayudarnos a sentirnos felices y con buen humor.
Protección de las Células: Las proteínas de la espelta ayudan a regenerar las células y mantener nuestro cuerpo en buena forma.
Minerales y Vitaminas: La espelta es rica en minerales como calcio, hierro y magnesio, que son esenciales para huesos fuertes y articulaciones saludables.
Platos con Espelta:
Papilla o gachas de espelta (habermus).
Arroz de espelta.
Pasta de espelta.
Sopa de verduras con espelta.
Pan de espelta.
Ensalada de espelta cocida.
Frutas y Verduras Cocidas
Las frutas y verduras son fundamentales en la dieta de Santa Hildegarda porque aportan vitaminas y minerales que nuestro cuerpo necesita. Estas sustancias son muy importantes para tener una buena digestión y para mantener el cuerpo fuerte. Santa Hildegarda decía que lo mejor es comerlas cocidas, al vapor o con una salsa para hacerlas más digestibles, nunca crudas. Algunas de las verduras más recomendadas son zanahorias, espárragos y calabazas.
Lácteos y Aceites
Los productos lácteos, como el yogur, el queso y la mantequilla, son muy importantes en la dieta de Santa Hildegarda porque aportan grasas saludables que necesitamos para tener energía. Las grasas saturadas y no saturadas de estos alimentos también ayudan a formar las membranas celulares y a cuidar nuestro cuerpo en general.
También se recomienda el uso de aceites naturales, como el de oliva, para cocinar y aliñar los alimentos. Estos aceites son muy buenos para la salud, ya que proporcionan una fuente saludable de grasas que el cuerpo necesita.
Carnes y Pescados
Las carnes y pescados son fundamentales en la dieta de Santa Hildegarda porque nos proporcionan proteínas que son esenciales para la regeneración de músculos, nervios y hormonas. Las carnes que Santa Hildegarda recomienda incluyen:
Aves como pollo y pavo.
Ternera y cordero.
Pescado fresco.
Además, los alimentos de caza también eran parte de la dieta en la época de Santa Hildegarda, ya que proporcionan una fuente de proteínas naturales y saludables.
Un Enfoque Holístico de la Alimentación
Lo más importante en la cocina de Santa Hildegarda es que no se trata solo de comer por comer. Ella decía que «la comida es medicina», y que, al elegir los alimentos adecuados, podemos mantener nuestro cuerpo saludable y curar enfermedades. Es importante no solo cuidar lo que comemos, sino también cómo vivimos, descansamos y pensamos. Su enfoque holístico nos invita a ser responsables de nuestra salud en todos los aspectos: alimentación, ejercicio y bienestar emocional.
Al seguir la dieta de Santa Hildegarda, podemos ayudar a nuestro cuerpo a funcionar de manera óptima y a mantenernos fuertes y saludables. No importa si estamos enfermos o si queremos evitar enfermedades, los alimentos curativos tienen el poder de mantenernos en equilibrio.
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