La Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús
“Te pido que sea dedicado el primer viernes después de
la octava del Santísimo Sacramento a una fiesta
particular para honrar mi Corazón, comulgando ese día y reparando su amor ultrajado…”
Nuestro Señor a Santa Margarita María Alacoque
Hoy, 11 de junio de 2021, es el día indicado por Nuestro Señor a Santa Margarita María; es viernes después de la octava del Santísimo Sacramento, Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, y es motivo de alegría que, desde aquella cuarta revelación, que llamamos “La Gran Revelación”, hecha en el año de 1675, hoy se siga dando cumplimiento.
En una ocasión, relata nuestra Santa en su autobiografía, que le mandaron que le pidiese al Señor que la hiciese útil a la santa religión por la práctica exacta de todas las observancias –de su orden– ella, en santa obediencia, lo hace; a lo que nuestro Señor le responde: “te haré más útil a la religión de lo que ella piensa”, refiriéndose a su Madre Superiora, que no creía a santa Margarita María, e incluso dudaba si era apta para la Orden de la Visitación de Santa María, que es la orden religiosa que el Sagrado Corazón elije para que Santa Margarita María se entregara a él, y así dar inicio la misión tan grande que le tenía reservada. Y quién diría, que aquella humilde monja de claustro, enamorada de su Dios, confiada en sus designios, fuera el instrumento que Dios mismo había elegido para instituir esta gran fiesta, de las más bonitas que tenemos en nuestra Iglesia. Y es que Dios es así, se fija siempre en la pequeñez, en la humildad, en la confianza absoluta que se pone en Él. Después de Jesús mismo, la más grande en esas virtudes es María Santísima: “he aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra”; Santa Margarita María, como buena imitadora de las virtudes del Corazón de Jesús, sobre todo en su humildad y también buena hija de María Santísima, llegó por la gracia de Dios, a un grado heroico en la virtud de la humildad, por mencionar alguna.
Pero volvamos a poner nuestra atención en esta Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, y, sobre todo, pongamos atención en aquello que pide Nuestro Señor a Santa Margarita María, ¿cuál es la finalidad de esta gran fiesta?, y sobre todo nosotros seglares, ¿qué debemos hacer en ella?
La petición que le hizo Nuestro Señor fue: “Te pido que sea dedicado el primer viernes después de la octava del Santísimo Sacramento a una fiesta particular para honrar mi Corazón”, la Iglesia misma se encargó de llevar a culmen esta petición que hizo nuestro Señor, no solo llevándola a una “fiesta”, sino que la elevó a grado solemne, es decir, a una celebración con toda validez, de mucha importancia y majestuosidad para la Iglesia. Las solemnidades son celebraciones reservadas a los misterios más importantes de nuestra fe, como: la Navidad, Pascua, Pentecostés, Corpus Christi, entre otras.
La finalidad de esta gran celebración, es en lo que debemos poner especial atención, no es solo un festejo, una memoria, ¡no! Es algo mucho más profundo: “comulgando ese día y reparando su amor ultrajado…”, esta es la esencia de la petición, y es especial; una persona que comulga está en la gracia de Dios, y lo que comulga es la presencia viva de Jesús; podemos decir que es su Corazón vivo, palpitante, escondido a nuestros sentidos, como decía Santo Tomás de Aquino: “Te adoro con devoción Dios escondido oculto verdaderamente bajo estas apariencias”. Esta es la primera maravilla de su amor manifestado en la Eucaristía: dársenos a sí mismo como alimento para la vida eterna, para mantenernos en su gracia, en su amor; otro punto importantísimo es, ya que nos hicimos conscientes de a quién estamos recibiendo, es: ofrecer la misma Eucaristía con la intención de reparar su amor ultrajado, es decir, los ultrajes que recibe en la misma Eucaristía. Los ultrajes son las irreverencias, blasfemias, sacrilegios, etc., tantas y tantas cosas a las que se expone Nuestro Salvador para estar con nosotros, tal como lo dijo: “Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo” (Mt 28, 20).
Día a día nuestro Señor se expone a recibir estos ultrajes, tantos; en países donde hay persecución cristiana, se ultraja su Santísimo Cuerpo presente en la Eucaristía; pero no hay que ir tan lejos, hay irreverencias, sacrilegios, blasfemias en nuestros templos, y más aún, hay rechazo a su amor a veces entre las personas que están más cercanas a Él; eso es lo triste.
Vamos pues a recibir a Jesús, recibamos su Cuerpo y su Sangre, su Sacratísimo Corazón, ofreciendo nuestra Eucaristía “reparando su amor ultrajado…”
Y ya para finalizar, debemos mencionar que aparte que nuestro Señor, nos invita a vivir en su gracia, comulgando, Él no se deja ganar en bondad y nos premia aún más, haciendo la siguiente promesa:
“Te prometo también que mi Corazón se dilatará para derramar con abundancia las influencias de su divino amor sobre los que le rinden este honor y los que procuren que le sea tributado”
¡Sagrado Corazón de Jesús, perdónanos y sé Nuestro Rey!
La Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús
Por: GDH Taide Leticia Martínez Montiel