La Viuda pobre según San Francisco de Sales
Así como en el tesoro del Templo apreciaron las dos monedas de la pobre viuda y, en efecto, moneda a moneda es como van aumentando los tesoros y aumentando su valor, así las menores obras buenas, incluso hechas con desgana y no según toda la fuerza que da la caridad de cada uno, tampoco dejan de ser agradables a Dios y de tener su valor ante Él.
Pues si bien de por sí mismas no pueden hacer aumentar el amor precedente, pues tienen menos vigor que él, la Providencia divina, por su bondad, tiene en cuenta y valora todo, y las recompensa enseguida por un crecimiento de la caridad, ya en el presente, y por un aumento de gloria en el cielo para el futuro.
Teótimo, las abejas hacen la deliciosa miel, que es obra de gran precio, pero también hacen la cera y también ésta tiene su valor y es un buen trabajo.
El corazón enamorado ha de tratar de hacer sus obras con todo fervor y mucho interés, a fin de aumentar así su caridad, pero si sus obras son pequeñas tampoco perderá la recompensa, pues también le agradan a Dios y por ellas también Dios le amará cada vez un poco más, el que las hace.
Así es el amor que Dios tiene a nuestras almas y el deseo que tiene de que crezcamos en el amor que nosotros le debemos; su divina suavidad nos convierte todo en bien, todo lo transforma en ventaja para nosotros; dispone que todas nuestras tareas sean en provecho nuestro, por pequeñas y humildes que sean.
Necesitamos una pequeña ayuda mensual o puntual según tus posibilidades para seguir con Tekton. ¡Ayúdanos! Gracias y que Dios te bendiga.