Las 25 mejores frases de San Francisco de Asís:
Toda la oscuridad en el mundo no puede apagar la luz de una sola vela.
Comienza haciendo lo necesario; luego haz lo posible y de repente estarás haciendo lo imposible.
Donde hay caridad y sabiduría, no hay temor ni ignorancia.
Dichoso quien no tiene más gozo y alegría que las palabras y obras del Señor.
Es dándose como se recibe, es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra.
Recuerda que cuando dejes este mundo, no puedes llevarte nada que hayas recibido; solo lo que has dado.
Lo que haces puede ser el único sermón que algunas personas escuchen hoy.
Mientras estas proclamando la paz con tus labios, ten cuidado de tenerla aún más plenamente en tu corazón.
Necesito pocas cosas y las pocas que necesito, las necesito poco.
Si Dios puede trabajar a través de mí, puede trabajar a través de cualquiera.
La tentación vencida es, en cierto modo, el anillo con el que el Señor desposa consigo el corazón de su servidor.
Santifícate a ti mismo y santificarás a la sociedad.
Entretenerse en buscar defectos al prójimo es prueba suficiente de no ocuparse apenas de los propios.
La oración es un verdadero descanso.
Es siervo fiel y prudente el que por cada culpa que comete, se apresura a expiarlas: interiormente, por la contrición y exteriormente por la confesión y la satisfacción de obra.
El diablo se alegra, sobre todo, cuando logra arrebatar la alegría del corazón del servidor de Dios.
Es feliz quien nada retiene para sí.
Ninguna otra cosa hemos de hacer sino ser solícitos en seguir la voluntad de Dios y en agradarle en todas las cosas.
Comencemos a servir, hagamos nuestro mejor esfuerzo. Lo que hemos hecho hasta ahora es poco y nada.
Espíritus malignos y falsos, haced en mi todo lo que queráis. Sé bien que no podéis hacer más de lo que permita la mano del Señor. Por mi parte, estoy dispuesto a sufrir con mucho gusto todo lo que él permita.
Sin la oración nadie puede progresar en el servicio divino.
El hombre, al no poseer nada propio, pertenece a Dios.
Si tú, siervo de Dios, estás preocupado, debes recurrir inmediatamente a la oración y postrarte ante el Señor hasta que te devuelva la alegría.
El hombre debería temblar, el mundo debería vibrar, el cielo entero debería conmoverse profundamente cuando el hijo de Dios aparece sobre el altar en las manos del sacerdote.
¡Terrible es la muerte!, pero ¡cuán apetecible es también la vida del otro mundo, a la que Dios nos llama!
No te pierdas la película completa de San Francisco de Asís.
El sermón de San Francisco de Asís a las aves.
[amazon box=»B076V8B678″ tracking_id=»tektonmarcosv-21″]
Necesitamos de tu ayuda para seguir con Tekton. ¡Ayúdanos! Gracias y que Dios te bendiga.