Lo que Jesucristo dijo sobre el sexo que debes saber
Vivimos en un mundo hiper sexualizado, donde las personas cada vez tienen acceso antes a la pornografía, lo cual crea traumas y heridas muy profundas en el alma. El sexo es algo normal en las películas, y las redes sociales han contribuido de forma exponencial a tener una visión del sexo totalmente alejada de la realidad, y del plan de Dios. Se habla mucho de la revolución sexual de los años sesenta, pero realmente una hora libre en tiktok en manos de un menor, puede causar efectos más dañinos en su alma, que toda una revolución sexual de los años sesenta.
Muchos fracasan como padres, porque no tienen tiempo de educar a sus hijos y éstos acaban siendo instruidos por famosos influencers en temas que son de vital trascendencia para la vida del hombre. La sociedad se ha construido para que los padres no puedan educar a sus hijos. Hipotecas altísimas, alquileres desorbitados, impuestos, pago de suministros, obliga a los padres a tener que trabajar todas las horas posibles, haciendo inviable el llevar adelante una educación seria hacia sus hijos.
Pero los mismos padres viven, en muchas ocasiones, vacíos totalmente, sin saber lo que quieren, sin un propósito y un fin en sus vidas, y estos vacíos existentes en las personas están causados en gran medida por una exposición a la pornografía y a la sexualidad desordenada desde muy tierna edad.
No podemos vivir al margen de los problemas presentes, y debemos explicar a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, que en la sexualidad hay un orden, y que si este orden no se respeta las consecuencias son muy graves, como desequilibrios mentales, vacíos existenciales, etc.
Por todo ello, hoy les queremos compartir algunas enseñanzas de Jesús sobre el sexo:
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La codicia sexual
«Ustedes han oído que se dijo: No cometas adulterio. Pero yo les digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón.» (Mt. 5:27-28).
El señor Jesús nos advierte de esto, porque sabe las fuertes consecuencias de codiciar a la mujer con la que no estás casado, y esto es totalmente aplicable a las mujeres, que no deben codiciar a un hombre, pues eso ya es adulterio. Estas palabras del Señor podrían hacer referencia de igual forma, a la pornografía.
Es importante entender que estas palabras del Señor no están encaminadas a negarnos algo bueno, sino a prevenirnos porque el codiciar a una mujer que no es la nuestra produce efectos malos en nuestra alma. Si Dios no quiere que nuestra relación con el sexo sea de esta forma es por una razón concreta: nos puede hacer mucho daño.
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Relaciones desordenadas
«Ve a llamar a tu esposo, y vuelve acá, le dijo Jesús. No tengo esposo, respondió la mujer. Bien has dicho que no tienes esposo. Es cierto que has tenido cinco, y el que ahora tienes no es tu esposo. En esto has dicho la verdad.» (Jn. 4:16-18).
A través de estas palabras del Señor entendemos que no está bien mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio, el sexo es algo concebido dentro del matrimonio, dentro de una institución que a la par que es de origen natural, ha sido elevada a la categoría de sacramento por nuestro Señor, Jesucristo.
Hoy en día la infidelidad en nuestro mundo parece un deporte nacional.
Son muchos los matrimonios que se rompen por que uno de los esposos es infiel y mantiene relaciones sexuales con otra persona. Si siguiéramos las enseñanzas de Jesucristo los matrimonios serían más felices y más estables. -
El sexo es entre un hombre y una mujer
«Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos no serán sino una sola carne.» (Mateo 19, 5).
El Señor es claro en este punto, y es importante hacer hincapié porque hoy hay muchos sacerdotes que no lo tienen muy claro, el otro día hacíamos un vídeo corrigiendo al Padre Damián por sus afirmaciones a favor del matrimonio homosexual, y todos conocemos al sacerdote jesuita estadounidense James Martin, que aboga por un cambio en la doctrina moral de la Iglesia que permita las bendiciones de matrimonios entre personas del mismo sexo.
Pero la Iglesia Católica no tiene poder, no tiene autoridad en este punto, porque la Iglesia no puede contradecir las palabras de Cristo, que son claras “el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer”. Dentro del plan de Dios las relaciones homosexuales son desviadas, y constituyen un grave pecado.
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Toda relación sexual fuera del matrimonio es prohibida por Dios
«… y los dos no serán sino una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne.» (Marcos 10,8).
Esto es como predicar en el desierto, nadie quiere escuchar la verdad, uno debe mantenerse virgen hasta llegar al matrimonio, no son lícitas las relaciones sexuales fuera del matrimonio, y está claro en esta afirmación del Señor: “serán una sola carne”, y estas palabras hacen referencia también a las relaciones sexuales dentro del matrimonio, hasta que no hay matrimonio, no puede haber relación sexual entre esa pareja de amigos, o de novios.
Si quieres saber lo que el Señor Jesús enseñaba al respecto, abre los oídos, y que estas enseñanzas lleguen hasta tu corazón. Piensa que si Dios quiere las cosas de esta forma la razón no es fastidiarte, te lo dice porque es lo mejor para ti, para tu alma, para tu salvación.
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Para toda la vida
«Por lo tanto, yo les digo: El que se divorcia de su mujer, a no ser en caso de unión ilegal, y se casa con otra, comete adulterio.» (Mateo 19, 9).
Debes entender que es importante hacer las cosas bien en orden a la sexualidad, porque si durante tu vida, antes de casarte, eres una persona sexualmente desordenada, será difícil que durante el resto de tu vida, una vez te hayas casado, permanezcas fiel a esa mujer para siempre.
Si el Señor, te llama a hacer una familia, ese compromiso, no empieza el día que te casas, ese compromiso empieza en tu adolescencia, en tu juventud. Un matrimonio, una familia son cosas muy serias, y debes prepararte para entregarte a Dios totalmente a través de tu familia.
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