El proceso de independencia catalán: Se oye hablar mucho de este proceso de secesión catalán, y muchos, entre ellos católicos, afirman, primero que es legítimo este proceso de independencia, y en segundo lugar afirman que un católico puede apoyar este proceso concreto de independencia. En algunos casos incluso algunos prelados de la Iglesia en Catalunya ha manifestados estas opiniones, pero los católicos tienen que saber lo que hay detrás de este proceso de independencia para entender que no es posible apoyarlo.
¿Qué hay detrás de este proceso de independencia catalan?
- Este proceso de independencia catalan esta gobernado, dirigido y pensado por cabezas anticristianas, partidos contrarios a la fe que profesamos. Si un católico apoya la independencia está apoyando la constitución de una república anticristiana.
- Este proceso de independencia esta poniendo en peligro el bien común de todos los catalanes, y Benedicto XVI, ya no advirtió que el bien común era uno de esos principios no negociables. La economía de la totalidad del Estado Español, y en particular la economía catalana pueden sufrir grandes problemas. Apoyar este proceso, por tanto, iría en contra del bien común de toda la sociedad española.
- No debemos obviar tampoco, que esta hipotética república catalana apoyará leyes anticristianas como la eutanasia, el aborto y muchas otras.
- Esta República Catalana y este proceso de independencia, afirmen lo que afirmen, no esta apoyado por el Vaticano, todo lo contrario, el Papa Francisco ha manifestado que hay que ir con mucho cuidado con estos procesos secesionistas.
- El proceso de independencia se intenta desarrollar a partir de la mentira histórica. Toman como referencia episodios de la historia totalmente manipulados. Los católicos debemos apoyar la Verdad, y las verdades en los diferentes ámbitos, no podemos afirmar, por tanto, que este proceso independentista es factible por una serie de razones de carácter histórico, cuyo fundamento esta manipulado.
Estos cinco puntos, dejan claro que no es posible apoyar un proceso de independencia catalán que busca constituir una república totalmente anticristiana. Pero además, debemos recordar la importancia de una virtud como la del patriotismo, virtud cristiana, relacionada con el cuarto mandamiento de la ley de Dios. El cuarto mandamiento obliga a todos los católicos, y por tanto, tenemos obligación de amar a la patria, no como si esta fuera un ídolo, sino como un don de Dios, un regalo suyo. Los Testigos de Jehová aportan mucha confusión respecto de esta virtud del patriotismo, pues la confunden con la idolatría, y por ello los miembros de esta secta, erroneamente llamada cristiana, no promueven entre sus seguidores este amor. Los santos así no lo recordaron, hay que amar a la patria. Recuerdo esa afirmación de San Agustín que decía asi: ama a tu prójimo, más que a tu prójimo a tu patria, y más que a tu patria a Dios.
Tenemos obligación de amar a la patria, no podemos obviarlo, pero estos procesos de independencia no se fundamentan en el amor a la patria, sino en el odio a la patria. Me parece de gran importancia hacer una consideración de este tipo, porque probablemente, no se haya hecho ninguna en este sentido. Pues parece que los criterios que nos proporciona la fe católica para guiarnos en el día a día, no son válidos para estos asuntos, o por lo menos, así nos lo quieren hacer entender los que obvian estas razones de peso para no apoyar la independencia.
Además, creo que debemos exigir a nuestros obispos claridad en estos asuntos, no pueden dejar libertad a los católicos para destruir una patria, para cumplir o no cumplir, según los criterios particulares de cada uno, el cuarto mandamiento de la ley de Dios. Necesitamos pastores, políticos ya tenemos. Necesitamos luz en medio de esta oscuridad, y nos gustaría recibir esta luz de nuestros padres, los obispos.
Marcos Vera Pérez
