Luis Fernando Figari, Fundador del Sodalitium, Expulsado por el Vaticano
En un acto que marca un hito en la lucha contra los abusos dentro de la Iglesia Católica, el Vaticano ha expulsado a Luis Fernando Figari Rodrigo, fundador del Sodalitium Christianae Vitae (Sodalicio de Vida Cristiana). Esta decisión fue anunciada por la Conferencia Episcopal Peruana el 14 de agosto, a través de un comunicado publicado en su página web.
Expulsión en Base al Derecho Canónico
El decreto de expulsión, emitido por el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, se fundamenta en el Canon 746 del Código de Derecho Canónico. La medida fue tomada tras la investigación realizada por el arzobispo Charles Scicluna y Mons. Jordi Bertomeu del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, quienes visitaron Perú en julio de 2023 por encargo del Papa Francisco.
La misión de estos prelados era esclarecer las acusaciones de abuso sexual y abuso de poder que pesaban sobre Figari y otros miembros del Sodalicio. Los resultados de esta investigación llevaron al Papa Francisco, el pasado 6 de agosto, a delegar en el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada la tarea de ordenar la expulsión de Figari. El objetivo: restaurar la justicia y proteger el bien de los fieles y de la Iglesia en el futuro.
Reacción del Sodalitium Christianae Vitae
La noticia de la expulsión fue recibida por el Sodalitium Christianae Vitae como un acto de «caridad pastoral, justicia y reconciliación». Así lo expresó su superior general, José David Correa González, en un comunicado donde dejó claro que Figari «ya no tiene ningún vínculo con nuestra comunidad».
Correa también recordó que en 2014, tras recibir testimonios de abuso, el Sodalicio impuso medidas disciplinarias contra Figari, y en 2016 fue declarado «persona non grata». En 2017, el Vaticano sancionó a Figari prohibiéndole regresar a Perú y mantener contacto con miembros de la organización. Posteriormente, en 2019, Correa solicitó formalmente al Vaticano la expulsión de Figari del Sodalitium.
El comunicado del Sodalicio concluyó con un renovado compromiso hacia la renovación y un llamado a continuar trabajando para garantizar un entorno seguro en todas sus comunidades y obras apostólicas, reiterando su solidaridad con las víctimas y pidiendo perdón.
¿Quién es Luis Fernando Figari?
Luis Fernando Figari fundó el Sodalitium en Perú en 1971, una sociedad de vida apostólica que ha extendido su presencia a varios países de América y a Italia. Sin embargo, en 2015, el libro “Mitad monjes, mitad soldados” de los periodistas Pedro Salinas y Paola Ugaz, destapó acusaciones de abuso sexual y de poder contra Figari y otros miembros de la organización.
Un año después, el Vaticano designó al cardenal Joseph Tobin como delegado del Sodalitium para abordar las acusaciones contra su fundador. En 2017, Figari fue sancionado por la Santa Sede, que le prohibió regresar a Perú y mantener contacto con la organización. La Santa Sede determinó que Figari, durante su tiempo como superior general, actuó de manera autoritaria y cometió actos contrarios al Sexto Mandamiento.
En 2018, el Vaticano aclaró que Figari «nunca ha sido encubierto, ocultado ni protegido de ninguna manera por la Sede Apostólica» y que podía defenderse de las acusaciones en su contra en Perú. Actualmente, Figari reside en Italia.
Un Pasado Oscuro y un Futuro en Renovación
La expulsión de Figari es una medida significativa en el proceso de renovación dentro de la Iglesia Católica, especialmente en la lucha contra los abusos cometidos por clérigos y laicos en posiciones de poder. El caso de Figari subraya la determinación del Vaticano de abordar estas graves faltas y de proteger a los fieles de futuros abusos.
El Sodalitium Christianae Vitae, por su parte, enfrenta el desafío de reconstruir su comunidad y restaurar la confianza de sus miembros y de la sociedad en general. La decisión del Papa Francisco de expulsar a Figari es un paso importante en este camino de reconciliación y justicia.
Conclusión
La expulsión de Luis Fernando Figari del Sodalitium Christianae Vitae es una clara señal de que el Vaticano no tolerará abusos de poder ni sexuales dentro de la Iglesia. Este acto busca no solo hacer justicia a las víctimas, sino también enviar un mensaje contundente de que aquellos que cometen tales delitos no tienen lugar en la comunidad eclesial. La Iglesia Católica, con este tipo de decisiones, reafirma su compromiso de proteger a los más vulnerables y de garantizar que la justicia prevalezca.
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