Más de 50.000 cristianos nigerianos han sido asesinados en los últimos 14 años por su fe, según un informe reciente de la Sociedad Internacional para las Libertades Civiles y el Estado de Derecho (Intersociety). El informe titulado «Cristianos Mártires en Nigeria» fue publicado el 10 de abril de 2023 y señala que desde que el presidente Muhammadu Buhari asumió el cargo en 2015, se han registrado 30.250 de estas muertes. Además, el informe atribuye estos asesinatos al «islamismo radical» del presidente Buhari.
El informe de Intersociety destaca que 1.041 cristianos indefensos fueron asesinados en los primeros 100 días de 2023, del 1 de enero al 10 de abril. Al menos 707 cristianos fueron tomados como rehenes durante el mismo período. El estudio también señala que durante el mandato del presidente Buhari, se han destruido 18.000 iglesias cristianas y 2.200 escuelas cristianas, y poco se ha hecho para abordar esta problemática.
Además, el informe muestra que las consecuencias de estos ataques han obligado a muchas personas a evacuar sus hogares. Se estima que más de 14 millones de personas han sido desplazadas y 8 millones han sido obligadas a huir de sus hogares para evitar ser asesinadas. Más de 50 millones de cristianos en Nigeria, principalmente en el norte del país, sufren graves amenazas yihadistas por profesar su fe.
La situación en Nigeria también ha sido resaltada por Aid to the Church in Need (ACN), que en su informe denuncia la persecución de miles de cristianos en Nigeria. Por su parte, el Open Doors Watch List 2023, publicado el 17 de enero, revela que Nigeria es uno de los lugares más peligrosos para seguir a Jesús y que el país es responsable del 89% de los cristianos mártires en todo el mundo.
Andrew Boyd, portavoz de Release International, una organización que apoya a la iglesia perseguida en unos 30 países, ha expresado su preocupación por el gran número de cristianos y musulmanes moderados que han sido asesinados o han huido. El informe muestra una cifra alarmante de muertes.
Boyd ha afirmado que es simplemente abominable que tantos cristianos estén siendo asesinados en Nigeria debido a sus creencias religiosas y que el gobierno nigeriano parece no estar haciendo nada para detenerlo. El hecho de que la comunidad internacional parezca dispuesta a observar sin hacer nada es igualmente espantoso.
La violencia religiosa en Nigeria se ha intensificado en los últimos años y ha llevado a una ola de desplazamientos y violaciones de los derechos humanos. El conflicto se atribuye en gran medida a la lucha por el poder y los recursos naturales en una nación diversa, que está dividida por la religión y la etnia. La inestabilidad ha creado un caldo de cultivo para la insurgencia islamista y ha puesto en riesgo la paz y la estabilidad en la región del África subsahariana.