Misericordia para los pecadores:
San Francisco de Asís bendijo así a su querido hermano León:
“El Señor te bendiga y te guarde; te muestre su faz y tenga misericordia de ti. Vuelva su rostro a ti y te dé la paz. El Señor te bendiga, hermano León.”
Santo Domingo de Guzmán decía en sus oraciones:
“Misericordia por lo pecadores.”
El Señor a santa María Faustina Kowalska le dijo que rezara así:
“Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y de los del mundo entero.”
Misericordia para los pecadores:
Todos los santos han pedido siempre misericordia para ellos y para el mundo y es que cuanto más creces en santidad más descubres quien eres y la obviedad de tu miseria se deja entrever de tal forma que te deslumbra. Por ello los santos han sido de tan grande ayuda para la humanidad, siempre intercediendo por los pecadores.
No se conoce santo que en lugar de pedir misericordia le pidiera a Dios que cayera sobre los pecadores todo el peso de la justicia de Dios.
Y es que el evangelio dice en Mateo 7, 2: “Porque tal como juzguen se les juzgará, y con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes.”
Algunas personas viendo el mundo de hoy parece que anhelan que el juicio de Dios venga ya, pero si para ellos no piden tal juicio sino la misericordia, para los demás debemos de igual modo pedir misericordia.
Querido lector que:
“El Señor te bendiga y te guarde; te muestre su faz y tenga misericordia de ti. Vuelva su rostro a ti y te dé la paz. El Señor te bendiga, hermano León.”
Recemos por la humanidad extraviada.
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