El Jueves Santo es un día muy importante en la Semana Santa, ya que recordamos la Santa Cena de Jesucristo con sus Apóstoles, la Institución de la Eucaristía y el Sacerdocio. La oración del Jueves Santo nos enseña sobre la humildad y nos hace valorar el maravilloso regalo de Dios que es la Eucaristía.
El acto del lavatorio de pies durante el Jueves Santo.
Durante la Misa del Jueves Santo, se realiza el lavatorio de pies, en el cual el sacerdote lava los pies de 12 fieles simbolizando a los apóstoles de Jesús. La ceremonia suele tener lugar por la noche, después del atardecer. El único evangelio que describe este noble acto de Jesús es el de San Juan, donde se destaca la importancia de la humildad y del servicio a los demás: «Si yo, el Maestro y el Señor, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Les he dado ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes» (Juan 13, 14-15).
El ejemplo de Papa Francisco
Nuestro vicario y pastor, el Papa Francisco, ha seguido el ejemplo de Jesús al lavar los pies de los jóvenes refugiados en un asilo al norte de Roma, de los presos en una prisión en Roma, de ancianos y discapacitados en un centro de Roma, y de los reclusos en la prisión de Paliano, al sur de Roma. Con este ejemplo de servicio, nuestro amado Papa Francisco nos invita a hacer del servicio nuestro estilo de vida, a atender al necesitado, a dar refugio al inmigrante, a Ayudar a los enfermos, alimentar al hambriento, vestir al desnudo, etc.
La oración del Jueves Santo
La oración del Jueves Santo nos invita a elevar el alma y el corazón al servicio y adoración de nuestro Señor en la Sagrada Eucaristía. Con esta oración podemos pedirle a Dios que nos ayude a entender que para seguir su proyecto de vida debemos amar y ser servidores de los demás, pues si Él, siendo el Rey de reyes, lavó los pies a sus discípulos, nosotros también debemos imitarlo en obras y pensamientos.
Quiero fortalecer mi relación contigo, Señor, día a día. Te alabo desde lo profundo de mi corazón porque has decidido quedarte con nosotros y acompañarnos hasta el fin de los tiempos.
A pesar de que nuestros sentidos humanos puedan engañarnos y vean solamente un trozo de pan, Tú has elegido alimentarnos con tu propio cuerpo a través de la Sagrada Eucaristía. Y allí estás, esperando que nos unamos contigo.
Ayúdame a comprender que para seguir tu voluntad debo amar y servir a los demás, siguiendo tu ejemplo de humildad al lavar los pies de tus discípulos, a pesar de ser el Rey de reyes.
Dios mío, gracias por sanar mis heridas y por enseñarme el camino del amor y del servicio hacia los demás. Ayúdame a seguir tu ejemplo, a ser un instrumento de tu paz y a sembrar esperanza en aquellos que sufren. Que tu alimento divino me impulse a ser la mejor versión de mí mismo y a no dejar a nadie atrás en el camino. Te doy gracias por todas tus bendiciones y confío en tu poder transformador a través de la Eucaristía. Amén.
En resumen, la oración del Jueves Santo nos invita a seguir el ejemplo de Jesús, a ser humildes y a servir a los demás con amor y entrega. A través de la Institución de la Eucaristía, recordamos el gran regalo que Dios nos ha dado para fortalecernos en nuestra fe y para estar unidos a Él. El lavatorio de pies nos enseña que, si queremos amar a nuestro prójimo de verdad, debemos estar dispuestos a servirlo con humildad y entrega. En este día, recordemos el gran amor de Jesús por nosotros y comprometámonos a imitar su ejemplo de servicio y humildad en nuestra vida diaria.