Persecución a la Iglesia Católica en Nicaragua: 870 Incidentes Documentados
Desde 2018, la Iglesia Católica en Nicaragua ha sido blanco de 870 ataques documentados, según informes recientes. Estos actos, que van desde agresiones físicas hasta cierres arbitrarios de instituciones religiosas, han sido perpetrados bajo el régimen de Ortega-Murillo. El informe más reciente, presentado el 15 de agosto de 2024, detalla la represión sistemática contra la Iglesia, incluyendo la expropiación de medios de comunicación católicos, la expulsión de sacerdotes y el cierre de organizaciones cristianas.
Una Persecución Religiosa Sistematizada
Dos informes publicados en agosto de 2024 revelan la magnitud de las violaciones a la libertad religiosa en Nicaragua. Uno de ellos, elaborado por el grupo de derechos humanos «Nicaragua Nunca Más», se enfoca en la creciente hostilidad del régimen hacia líderes y fieles de la Iglesia, denunciando que al menos 51 sacerdotes han sido exiliados sin juicio. Además, se resalta el cierre de 420 organizaciones cristianas, incluyendo Caritas Matagalpa, y la confiscación de medios de comunicación religiosos como Radio María.
Matagalpa: Epicentro de la Represión
El informe también destaca la ciudad de Matagalpa, liderada por el exiliado obispo Rolando Álvarez, como un foco principal de la represión. Álvarez, un crítico abierto del régimen, fue arrestado en 2022 y finalmente deportado a Roma en 2023. Su diócesis ha sido un símbolo de resistencia, y por ello, ha sufrido una represión especialmente severa.
Un Informe Detallado de la Persecución
El quinto informe titulado «Nicaragua: ¿Una Iglesia Perseguida?», elaborado por la investigadora exiliada Martha Patricia Molina, recopila y documenta los 870 ataques desde abril de 2018 hasta julio de 2024. El informe incluye testimonios, fotografías y descripciones detalladas de cada incidente. Según Eduardo Martínez, editor en jefe de La Prensa Nicaragua, la evidencia acumulada ya no deja lugar a dudas sobre la persecución sistemática contra la Iglesia Católica en el país.
El Silencio Forzado de la Iglesia
A raíz de estos ataques, la Iglesia en Nicaragua ha sido forzada a guardar silencio, con muchos de sus líderes exiliados o encarcelados. La represión ha sido tan efectiva que actualmente ningún sacerdote, ya sea dentro o fuera del país, se atreve a hablar públicamente sobre la situación política o a criticar al régimen.
Un Período de Silencio Prolongado
El informe señala que desde abril de 2018, el régimen de Ortega ha prohibido más de 9,688 procesiones y actividades religiosas, acallando así una parte vital de la vida religiosa en Nicaragua. Este período de silencio impuesto ha sido descrito como el ataque más grave que la Conferencia Episcopal de Nicaragua ha enfrentado en su historia.
Conclusión
La situación en Nicaragua refleja una persecución sistemática contra la Iglesia Católica, una institución que, a pesar de todo, sigue siendo un baluarte de esperanza y resistencia para muchos. Con 870 ataques documentados y un número creciente de exiliados, la Iglesia enfrenta una de sus pruebas más difíciles en la historia reciente del país. Estos informes son un testimonio del sufrimiento y la lucha de la Iglesia en Nicaragua, y una llamada de atención para la comunidad internacional.
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