CatholicVote, una organización de defensa de la fe católica, ha anunciado que prepara una demanda contra el Buró Federal de Investigaciones (FBI) por no proporcionar información sobre sus actividades de vigilancia y monitoreo a los católicos tradicionales. La organización presentó una solicitud de la Ley de Libertad de Información al FBI en Richmond, Virginia, el 6 de marzo, pero no ha recibido respuesta hasta la fecha. Según las normas, el FBI debe responder en un plazo de 20 días hábiles, con un adicional de 10 días en circunstancias excepcionales. CatholicVote ha anunciado que demandará a la agencia si no recibe la información requerida en un plazo de 10 días.
El anuncio de CatholicVote se produjo después de que el congresista Jim Jordan, del subcomité de la Cámara sobre la “armamentización” del gobierno federal, emitiera una citación exigiendo más información del FBI sobre sus actividades. Jordan reveló que los esfuerzos del Buró para apuntar a los católicos estadounidenses eran mucho más extensos de lo que indicaba el memorándum filtrado en enero contra las parroquias “tradicionales radicales”.
La documentación limitada que el FBI proporcionó al Congreso mostró que la agencia buscaba utilizar las iglesias católicas como «nuevas vías para el desarrollo de fuentes», incluso en parroquias católicas de línea principal y entre los líderes diocesanos locales. Además, la agencia buscó «sensibilizar» a los feligreses católicos «a las señales de advertencia de la radicalización» y «reclutar su ayuda para servir como alertas de actividad sospechosa».
CatholicVote ha estado trabajando para descubrir el memo filtrado que tenía como objetivo los católicos «tradicionales radicales» desde enero. Desde entonces, han aprendido que el FBI ha intentado infiltrar aún más comunidades religiosas, estableciendo programas de «alerta temprana» y cultivando «fuentes» que informarán sobre sus compañeros de feligresía.
Brian Burch, presidente de CatholicVote, ha señalado que hay más de 300 ataques a iglesias católicas y centros de embarazo pro-vida desde 2020 que han sido ignorados, mientras el gobierno busca infiltrar las iglesias y sugiere que los católicos fieles son los verdaderos «radicales». Burch ha asegurado que no descansarán hasta que detengan esta doble moral, y preparan una demanda masiva contra el FBI, trabajan con miembros del Congreso para proporcionarles todos los recursos necesarios para responsabilizar a la administración de Biden, y preparan una campaña mediática para asegurarse de que todos los católicos comprendan lo que está sucediendo.
