Sacramentales y Sacramentos
Los sacramentos son siete en número y son los siguientes: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los Enfermos, Orden y Matrimonio. Mientras que los sacramentales son diversos y pueden ser objetos, signos, acciones o formas de oración que tienen como objetivo ayudar a los fieles en su vida espiritual.
En términos de potencia y eficacia, los sacramentos son más fuertes que los sacramentales, ya que los sacramentos son signos instituidos por Cristo para producir la gracia. Por otro lado, los sacramentales actúan como ayuda o preparación para recibir la gracia de los sacramentos, pero no tienen la misma potencia y eficacia.
Sin embargo, es importante destacar que los sacramentales pueden ser una herramienta muy útil para los fieles en su camino hacia la santidad, y pueden ayudarles a fortalecer su fe y a crecer en su relación con Dios. Algunos ejemplos de sacramentales incluyen la bendición de objetos, la recitación del Rosario, la bendición de alimentos, y la Novena.
En resumen, los sacramentos y los sacramentales son distintos en su naturaleza, origen y objetivo, pero ambos son herramientas valiosas en la vida espiritual de los fieles. La importancia de los sacramentos radica en su capacidad de producir la gracia divina, mientras que la importancia de los sacramentales radica en su capacidad de preparar a los fieles para recibir esa gracia y ayudarlos en su camino hacia la santidad.
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