San Francisco y la Porciúncula: Obtén la Indulgencia Plenaria Hoy y Mañana
El 1 de agosto y durante todo el 2 de agosto, los fieles que visiten una iglesia franciscana en cualquier parte del mundo tendrán la oportunidad de obtener la indulgencia plenaria de la Porciúncula. Este don, que permite la remisión de las penas temporales por los pecados ya perdonados, requiere cumplir las condiciones habituales de Confesión sacramental, Comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa.
El Hno. Gonzalo Cateriano, que había sido provincia de los Franciscanos Capuchinos del Perú, enfatizó el gran anhelo del corazón de San Francisco de Asís de que todas las almas alcancen la salvación eterna. San Francisco, con gran piedad y devoción, solicitó al Señor una indulgencia para aquellos que visitaran la iglesia dedicada a la Virgen bajo la advocación de María de los Ángeles.
El Señor aceptó su petición y le instruyó dirigirse al Papa Honorio III en Perusa para obtener la gracia. Desde entonces, esta indulgencia ha sido otorgada a todos los fieles que visitan las iglesias franciscanas.
Históricamente, la concesión de indulgencias era difícil y solo se obtenían a través de peregrinaciones a lugares como Tierra Santa. Sin embargo, el Perdón de Asís, como también se conoce a esta indulgencia, ahora se encuentra disponible en todas las iglesias franciscanas del mundo desde la víspera de su fiesta central.
En la conmemoración del 750 aniversario de la indulgencia de la Porciúncula, el papa Pablo VI publica “Sacrosancta Portiunculae ecclesia”. En esta carta, expresó su deseo de que la Porciúncula sea un lugar santo donde los fieles puedan recibir el perdón total y establecer la paz con Dios. También alentó las peregrinaciones a este lugar, deseando que la multitud de fieles que acuden a encontrarse con Cristo rico en misericordia y con su Madre, que siempre intercede ante Él, continúe creciendo.
La Porciúncula se encuentra en Asís, Italia, dentro de la gran Basílica de Santa María de los Ángeles. Esta pequeña iglesia fue dedicada por San Francisco a la Virgen bajo la advocación de María de los Ángeles. La Basílica que la alberga data de los siglos XVI y XVII.
En estos días de gracia, los fieles tienen la oportunidad de obtener la indulgencia plenaria y experimentar la misericordia y el amor de Dios. San Francisco de Asís, cuyo deseo era que todos fueran salvos, nos invita a acercarnos con piedad y devoción a este regalo espiritual. Aprovechemos esta ocasión para fortalecer nuestra fe y establecer una profunda comunión con Dios y la Santísima Virgen María, confiando en su intercesión por nuestras intenciones y por la paz en el mundo.
Fuente: AciPrensa