Santo del día 25 de Noviembre: Santa Catalina de Alejandría (+ca. Siglo IV)
Oración a Santa Catalina de Alejandría:
Gloriosa Santa Catalina de Alejandría, portento de sabiduría y elocuencia.
Quisiéramos parecernos a ti en ese conocimiento admirable de las ciencias y
de la fe para ser testigos de Jesús en el mundo. Alcánzanos esa fe y esa ciencia
para que seamos siempre capaces de dar razones de nuestra creencia y
también de nuestra esperanza. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Novena a Santa Catalina de Alejandría:
Novena escrita por Mons. Manuel José Mosquera, Arzobispo de Bogotá, novena de Santa Catalina de Alejandría, en 1840. Mons. Manuel José Mosquera le otorgó el Imprimátur e Indulgencia de 80 días por cada oración.
¡Oh Señor Dios Omnipotente!, cuyas misericordias no tienen número, que has prometido perdonar a los pecadores arrepentidos, que viniste al mundo, no a perder las almas, sino a salvarlas; yo me humillo ante el Trono de tus piedades para que te dignes de perdonar mis gravísimas culpas, de las que me arrepiento por las ofensas a Vuestra Majestad, y propongo enmendarme de ellas por intercesión de María Santísima, y por la de vuestra esposa Virgen y Mártir Santa Catalina. Amén.
DÍA PRIMERO de la Novena a Santa Catalina de Alejandría
Fue Santa Catalina hija del Rey Costo en Alejandría: empleó los primeros años de su vida en el estudio de las letras sagradas y profanas; y como estaba dotada de excelente ingenio, llegó a ser un prodigio de sabiduría, y sucedió que habiendo publicado Maximino, tirano cruel, un edicto contra los cristianos, se vio Santa Catalina precisada a comparecer ante aquel Emperador.
ORACIÓN
¡Oh Dios y Señor, que sois la fortaleza de los mártires, nosotros damos infinitas gracias y alabanzas por la que disteis a vuestra esposa y fidelísima sierva Santa Catalina para que se presentase con ánimo firme y denodado a confesar tu Santo Nombre delante de aquel tirano y cruel Emperador, y que no solo confundiera la sabiduría de cincuenta filósofos, sino que los convirtiera al conocimiento de vuestra Divinidad y a la profesión de verdaderos cristianos, con que merecieron la corona del martirio: nosotros os suplicamos que por la intercesión de esta ilustre Virgen y mártir, nos concedáis una invicta fortaleza para confesar la fe de Cristo en todo tiempo, y que por ningún respeto humano nos desviemos de vuestros santos mandamientos; y la gracia que os pedimos en esta novena, para mayor gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.
¡Oh Dios!, que disteis la ley a Moisés en la cumbre del monte Sinaí y que dispusisteis fuese enterrado en el mismo lugar, por ministerio de vuestros Santos Ángeles, el cuerpo de la Bienaventurada Virgen Catalina; suplicamos nos concedáis, que por sus merecimientos y por su intercesión, podamos llegar al monte de la verdadera felicidad que es Jesucristo Señor Nuestro, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.En el Nombre del Padre, del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén. DÍA SEGUNDO de la Novena a Santa Catalina de Alejandría
En cumplimiento del edicto del Emperador, concurrían de todas partes a ofrecer sacrificios a los dioses en acción de gracias por un beneficio que erradamente atribuían haber recibido de ellos… El concurso era numeroso y el humo de las víctimas oscurecía el aire; pero mientras se ofrecían estos execrables sacrificios, se aplicaba Catalina a sostener la fe de los Cristianos, haciéndoles ver que los oráculos del gentilismo eran puras ilusiones, y sus dioses invenciones de los hombres; y en fin, que no se podía obedecer el edicto del Emperador sin hacerse reos de las penas eternas del Infierno, con que el Dios Verdadero Criador del Cielo y de la Tierra los castigaría.
ORACIÓN
¡Oh Jesús Divino, Sabiduría eterna!, que ilustrasteis a Santa Catalina para que conociese las verdades del Cristianismo, e ilustrase las tinieblas de los gentiles con su celo apostólico; concedednos por su intercesión, que penetrados nuestros entendimientos de las verdades católicas, las abracemos hasta la muerte, y que con nuestras palabras y ejemplos las insinuemos en los corazones de nuestros prójimos; y que nos concedáis la gracia que pedimos en esta novena para la mayor gloria de Dios y bien de nuestras almas. Amén.
DÍA TERCERO de la Novena a Santa Catalina de Alejandría
Después que Santa Catalina confirmó a los cristianos en la fe e ilustró a los gentiles, se presentó al Emperador para hacerle visible su impiedad, alegándoles razones convincentes al efecto: su aire majestuoso, su hermosura y su sabiduría eran otros tantos títulos que podrían bastar si el cruel tirano diese oídos a la razón, pero informado de quién era, la citó para tener una conferencia pública, a que debían concurrir cincuenta filósofos de los más sabios y de mejor nombre en su Imperio.
ORACIÓN
¡Oh Dios y Señor Nuestro!, que esforzaste a tu fidelísima esposa Santa Catalina para que con una heroica firmeza hablara al Emperador haciéndole conocer sus errores; concédenos propicio una firme y heroica resolución para primero morir, que hacer traición a la fe que hemos profesado en el santo bautismo. Y también la gracia que pedimos en esta novena para mayor gloria de Dios y bien de nuestras almas. Amén.
DÍA CUARTO de la Novena a Santa Catalina de Alejandría
Habiendo concurrido pues los cincuenta filósofos, y expuesto sus sofísticos y astutos discursos, cuando parecía que Catalina debía quedar vencida, ella, confiada en la promesa que le había hecho Jesucristo por medio de un Ángel, habla, los confunde y los convierte, tanto, que dan la vida por la fe del Crucificado, y alcanzan la inmortal corona del martirio.
ORACIÓN
¡Oh Jesús, fortaleza de los mártires y sabiduría increada de los doctores!; yo os doy infinitas gracias por la que infundiste a vuestra esposa Santa Catalina, con la que triunfó de los ardides diabólicos del demonio, trayendo a la Fe Católica a aquellos cincuenta doctores y sabios filósofos para que abrazasen nuestra Santa fe; y recibiesen la inmarcesible corona del martirio. Nosotros, humildes y confiados en la poderosa intercesión de esta esclarecida Virgen y mártir, y en la de los ilustres mártires sus discípulos y compañeros, os pedimos nos concedas una fortaleza invicta para primero morir mil veces que faltar a la Fe que profesamos en nuestro santo bautismo: y la gracia que pedimos en esta novena si es para gloria de Dios y bien de nuestras almas. Amén.
DÍA QUINTO de la Novena a Santa Catalina de Alejandría
El tirano Maximino, lleno de furor y de cólera, viendo que no solo no había quedado confundida Catalina, sino que habían sido convertido los cincuenta filósofos, en cuya sabiduría tenía colocada su esperanza de ver confundida y avergonzada a nuestra Santa, condenó a muerte a los filósofos, con la que aumentaron el número de los invictos mártires de nuestra Santa Religión.
ORACIÓN
¡Oh Jesús amantísimo!, que prometiste a vuestros discípulos, no abandonarlos cuando fuesen presentados ante los tribunales del mundo para dar razón de su fe y Religión, y les ofreciste que les darías palabras y sabiduría, a que no podrían responder y contradecir sus enemigos, como aconteció a Santa Catalina y a sus discípulos y compañeros mártires; concedednos, os rogamos, que por los méritos de esta ilustre Virgen y mártir, una sabiduría celestial para que, triunfantes de los errores con que los pretendidos filósofos tratan de engañarnos, lleguemos a la única sabiduría, que es saber a Cristo Crucificado, morir en su gracia; y la gracia que pedimos en esta novena si es para mayor gloria de Dios y bien de nuestras almas. Amén.
DÍA SEXTO de la Novena a Santa Catalina de Alejandría
El cruel Emperador convirtió después su rabia contra Catalina, mandando que pasase por su inocente cuerpo una rueda sembrada toda de cortantes navajas: invención cruelísima que sufrió la Santa con invencible y heroico valor.
ORACIÓN
¡Oh Dios Eterno, Admirable en tus Santos!, que quisiste para gloria de tu augusto y sacratísimo Nombre, que vuestra fidelísima sierva sufriese con un ánimo y valor admirable a los hombres, a los Ángeles, y aun a los mismos verdugos el horrible tormento de la rueda de navajas; concedednos por sus méritos e intercesión que suframos con paciencia cristiana las frecuentes adversidades que continuamente ruedan sobre nosotros; y la gracia que pedimos en esta novena para mayor gloria de Dios y bien de nuestras almas. Amén.
DÍA SÉPTIMO de la Novena a Santa Catalina de Alejandría
Esta ilustre Virgen fue conducida a la cárcel, en donde convirtió muchas almas: la Emperatriz, Porfirio coronel de la primera legión, y doscientos soldados, que confesaron a Cristo, rubricando con su sangre esta gloriosa confesión.
ORACIÓN
¡Oh Espíritu Divino, fuego que enciendes e iluminas, unción que confortas los espíritus, y que formaste de Santa Catalina un Apóstol que con sus palabras y heroicos ejemplos convirtiese a la Fe de Jesucristo las almas de los que estaban sentados a la sombra de la muerte!; os suplicamos que ilumines nuestras tinieblas, y abrases nuestros corazones en el fuego del amor Divino; esto esperamos conseguir por la poderosa intercesión de Santa Catalina; y la gracia que pedimos en esta novena para mayor gloria de Dios y provecho de nuestras almas. Amén.
DÍA OCTAVO de la Novena a Santa Catalina de Alejandría
Finalmente, Maximino mandó que un verdugo cortase la cabeza de Santa Catalina; y al feroz golpe de la espada, en vez de sangre, corrió leche, que simboliza la pureza, la inocencia y la santidad de esta Virgen pura y esforzada mártir.
ORACIÓN
¡Oh Reina de la pureza y de los mártires, oh Virgen inmaculada!, por cuya intercesión consiguió Santa Catalina la brillante corona del martirio; vos Señora sois nuestra esperanza, nuestra vida y nuestra abogada, para que nos alcancéis poder imitar en algo la fortaleza, la inocencia y demás virtudes de la gloriosa Santa Catalina: esto os pedimos, y la gracia final para conseguir la eterna felicidad. Amén.
DÍA NOVENO de la Novena a Santa Catalina de Alejandría
Los ángeles, espectadores de su glorioso triunfo, tomaron el Santo cadáver de nuestra Santa, como lo canta la Iglesia en la oración del día de su festividad, y la condujeron a la cumbre del monte Sinaí, monte en que se publicó la ley del Señor: tan honrado sepulcro y tal acompañamiento convenía que fuese a celebrar las exequias de esta Virgen, admirable por su sabiduría, su heroica firmeza en la Fe y por el cúmulo de sus grandes y estupendas virtudes.
ORACIÓN
Omnipotente y Sempiterno Dios, vednos aquí postrados delante de vuestra adorable Majestad pidiéndoos que por vuestra fidelísima esposa e invicta mártir Santa Catalina os dignéis mandar a vuestros Santos Ángeles para que nos guarden, nos protejan y nos defiendan de nuestros enemigos, especialmente a la hora de nuestra muerte, para que en su compañía y en la de nuestra abogada y protectora Santa Catalina podamos cantaros “Santo, Santo, Santo”, por los siglos de los siglos. Amén.
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