Secta peligrosa en Hong Kong
La seguridad pública de Hong Kong está investigando a los seguidores locales de Julia Kim, también conocida bajo el nombre de Julia Youn, una mujer surcoreana excomulgada por la Iglesia Católica Romana y que lidera su propio nuevo movimiento religioso en Naju, Corea del Sur. Se afirma que el grupo, titulado Nuestra Señora de Naju, es una «lavado de cerebro», engañando y explotando a sus seguidores.
Que el movimiento Nuestra Señora de Naju propaga «enseñanzas heterodoxas» es un punto en el que, por una vez, la Seguridad Pública del Partido Comunista de China y la Iglesia Católica Romana pueden estar de acuerdo. Sin embargo, tanto en Corea del Sur como en otros lugares, incluyendo Estados Unidos, donde el movimiento de Julia Kim tiene varios seguidores, los obispos católicos se limitan a criticar al grupo por motivos teológicos. En Hong Kong, la herejía se convierte inmediatamente en un asunto de la policía.
Julia Kim nació en Naju en 1947. Tuvo varios embarazos difíciles y quedó postrada en cama, hasta que también fue diagnosticada con cáncer. Informó que contempló el suicidio, hasta que un sacerdote católico la llevó a aceptar su sufrimiento y ofrecerlo a Jesús.
Compró una estatua de la Virgen María y, en 1985, informó que estaba derramando lágrimas de sangre, lo que atrajo primero a sus amigos y familiares y luego a peregrinos de todo el país.
En los años siguientes, informó de más milagros, incluyendo la transformación de la hostia de la eucaristía católica en carne y sangre reales en su boca después de recibir la comunión. La sanación y la aparición de las heridas parecidas a las de Cristo que los católicos llaman estigmas en su cuerpo siguieron.
La Iglesia Católica nunca creyó en la afirmación de Kim de los milagros. En 1998, el obispo local de Kwangju declaró que no ocurrió ningún fenómeno sobrenatural genuino alrededor de Julia Kim en Naju. Ella se negó a someterse y en 2008 fue excomulgada. Un sacerdote que la apoyó, el padre Aloysius Chang Hong-bin, fue suspendido de sus funciones sacerdotales.
De nuevo, Kim y sus seguidores no aceptaron la decisión de su iglesia y Nuestra Señora de Naju continuó como un movimiento religioso separado de la Iglesia Católica, con el apoyo de un puñado de sacerdotes y seguidores en Corea del Sur, Estados Unidos, Hong Kong, Filipinas y otros países.
Parece que las actividades de este controvertido grupo ahora pueden no ser toleradas en Hong Kong. La situación se complica aún más por la creciente influencia de China en Hong Kong y su intensificación de la represión contra las religiones no reconocidas por el Estado.
Fuente: Bitter Winter
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